La justicia española hace el ridículo el día que el Gobierno quiere condenar la apología del franquismo. ¿Será la justicia española la primera condenada?
La Audiencia de Barcelona ha ratificado la sentencia que condenó el año pasado a entidades impulsoras de un manifiesto que atribuyó a Societat Civil Catalana (SCC) supuesta apología del franquismo y del nazismo.
Esta injusticia sucede el día que SCC se reúne con la extrema derecha de Vox
Parece justicia divina que la sentencia que condena a entidades de la sociedad civil catalana se produzca el mismo día que la entidad se ha reunido con la extrema derecha de Vox.
En una sentencia de la Sección 19 de la Audiencia rechaza el recurso de apelación presentado por Comisión de la Dignidad, Amigos de Mauthausen, SOS Racismo de Cataluña, Fundación Privada Congreso de Cultura Catalana, Fundación Cataluña y Marcus Pucnik, y confirma su condena por intromisión ilegítima en el derecho al honor de SCC, que implicaba una indemnización de 15.000 euros y la publicación de la sentencia.
En el manifiesto, de octubre de 2015, estas entidades solicitaban al jurado del Parlamento Europeo que anulara el Premio Ciudadano Europeo 2014 concedido a SCC considerando que «la apología del franquismo, del nazismo son incompatibles con valores de la Carta de derechos fundamentales de la Unión Europea».
En el documento, las entidades también expresaban su «preocupación por las pruebas e investigaciones que vinculan SCC con organizaciones de extrema derecha, y por las informaciones publicadas en los medios de comunicación que relacionan SCC y su expresidente Josep Ramon Bosch con el franquismo y el nazismo».
La Audiencia ha considerado que se atribuyó expresamente la apología del nazismo y del franquismo a SCC, y lo ve una intromisión ilegítima a su derecho al honor «en cuanto dicha alusión no se hace respecto de personas que pudieran aparecer como fundadores o representantes» de la entidad, sino en su conjunto.
Ha añadido que es una intromisión ilegítima porque «la atribución a una entidad de una conducta universalmente reprobable como resulta ser la apología del nazismo la desacredita de un modo extremo en cualquier ámbito de debate y participación pública que resulta ser el fin propio de dicha entidad».