Escándalo contra el Procés en las redes de brutal magnitud. Tal como indica elPáis, La red social Twitter empezó a vibrar con la etiqueta #vullsaber el 28 de octubre de 2014, 12 días antes de la consulta del 9N organizada por la Generalitat de Catalunya. Cuentas de Twitter lanzaban preguntas sobre una hipotética independencia. Uno de los primeros tuits con esa etiqueta fue Quins problemes resoldrà la independència a Catalunya #vullsaber («que problema resolverá la independencia de Cataluña #quierosaber). Enseguida llegaron más: «Parlar castellà està en contra del procés? #vullsaber» («¿Hablar castellano está en contra del procés? #quierosaber) «Vull saber si seré estranger al meu propi país #vullsaber» («quiero saber si seré extranjero en mi propio país» #quierosaber).
En escasamente una hora hubo más de 500 tuits con esa etiqueta. Solo había una cosa que no cuadraba y que los usuarios de la red no podían percibir. Las cuentas que más empujaban la conversación estaban concentradas en una oficina de Olivos, en Buenos Aires (Argentina). El origen de esas cuentas falsas está en el entramado de empresas que cuelgan de Nicestream, empresa vinculada a I3 Ventures, la compañía que el Barça contrató para monitorizar sus redes sociales y presuntamente lanzar mensajes polémicos en Facebook contra los rivales de su presidente, Josep Maria Bartomeu.
El País ha tenido acceso a una base de datos con 922 cuentas de Twitter, de las que 299 seguían activas hasta este pasado martes. El análisis de sus más de 246.000 tuits revela una campaña perfectamente calibrada a lo largo de meses en contra del secesionismo en Catalunya, en la que la cuenta más retuiteada y mencionada era la de la asociación Societat Civil Catalana, contraria al independentismo y fundada en abril de 2014. El nombre interno de la campaña era Operación Némesis.
El escándalo está servido. No se trataba de una simple granja de bots que retuitea sin pensar. Había un delicado trabajo para lanzar trending topics sin que pudiera detectarse la automatización. La campaña es una de las mayores operaciones de influencia en redes sociales revelada en España. Y otra vuelta de tuerca antidemocrática más de juego sucio contra Catalunya, en la que no sería de extrañar que sean las Cloacas del Estado quienes muevan los hilos económicos detrás de todo esto.
