Ya son públicas y notorias las pésimas relaciones entre la reina Letizia y el resto de su familia borbónica. De hecho, los que hacen ya años que siguen la actualidad de la Familia Real, saben muy bien que Letizia nunca ha sido bienvenida en el seno de los Borbones. Aunque ahora está mucho peor.
Pero es que de un tiempo para aquí estas relaciones han pasado de muy malas, a prácticamente nulas. Desde Las Repúblicas hemos informado de una infinidad de situaciones tensas y comprometidas por parte de la reina actual. Ahora con la familia política se ve para el paripé de momentos puntuales, como un entierro, boda, o alguna foto institucional y poco más.
Como ya advertimos desde Las Repúblicas, en los inicios de la relación entre Felipe y la entonces periodista, tanto los entonces reyes Juan Carlos y Sofía como las hermanas del príncipe, las infantas Elena y Cristina, presionaron mucho al hoy rey de España para que se alejara de Letizia.
Además Felipe, según dicen las agencias especializadas en la Familia Real estaba muy enamorado, se negó a escucharles y siguió adelante con su relación. Hoy los dos son reyes y es la familia política de Ortiz la que está más que alejada de La Zarzuela. Eso sí, a la que pueden, cada uno de ellos le pega un ‘palo’ a la reina.
La infanta Elena lo cuenta en el libro
Y eso es lo que ha hecho ahora la infanta Elena. Y es que, como apunta el escritor Leonardo Faccio en su reciente libro Letizia, la reina impaciente, y como bien ha hecho también la hermana de Felipe en su círculo más íntimo, parece ser que la vena ‘underground’ de Ortiz sale a relucir de vez en cuando. Como se suele decir «La Cabra tira al Monte».
Y lo hace además de una forma muy poco tradicional o real. Como bien se apunta en el citado libro, Letizia opta en muchas ocasiones por aislarse del protocolo, de las vistas oficiales y de los muchos actos a los que acude como reina para «irse a un bar de tapas de la capital donde suele tomar cerveza y shawarmas».
Un lado ‘rebelde’ de Letizia que preocupa a la institución familiar borbónica. La seguridad es un autentico quebradero de cabeza para el servicio policial de la Zarzuela. Si no tenian bastante con el suegro, en sus mil y una situaciones de ‘tensión conyugal’, como indicamos desde Las Repúblicas, ahora es la nuera la que le sigue los pasos, a su manera.
Teniendo en cuenta el carácter y el libertinaje de la en otros tiempos periodista, no es que sorprenda especialmente. Ella siempre acaba haciendo lo que le place, guste o no al protocolo, guste no a la Casa del Rey. Parece ser que irse de cañas y de shawarmas, es solo la punta del Iceberg. Hay otras salidas y ‘escapes’ que aún permanecen muy ocultas, pero tiempo al tiempo…