Las tensiones de España con Marruecos son manifiestas en estos últimos tiempos. Eso ha empujado nuevamente a que el Ejército del Aire se entrene en los cielos de Canarias. Dos alas de F-18 han desplegado aviones en el archipiélago para ejercitarse en combate aéreo durante esta semana.
Seis F-18 del Ala 12, con base en Torrejón de Ardoz (Madrid) han viajado a Canarias para participar en un entrenamiento con el Ala 46, que también cuenta con cazas McDonnell Douglas F-18 Hornet. Fuentes del Cuartel General del Aire explican a Confidencial Digital que el objetivo de este traslado de aviones desde la Península es participar en un entrenamiento de combate aéreo junto a los aviones que proteger Canarias.
El ejercicio comenzó este lunes y se extiende hasta el viernes. Los aviones participantes tienen su base en Gando, en la isla de Gran Canaria, y se entrenan en una zona delimitada para estos fines militares en el espacio aéreo al sur de las islas. Desde el Ejército del Aire señalan que “durante el año se programan habitualmente ejercicios de este tipo, a los que acuden aviones de nuestras unidades destacadas en la Península para entrenarse junto con los aviones del Ala 46”.
Cazas F-18 desfasados en Las Canarias
Hay que recordar que el pasado otoño ya se celebró un ejercicio multinacional en el que los cazas españoles se ejercitaron en la interceptación y el combate aire-aire frente a otras aeronaves. Cabe señalar que la situación operativa de los F-18 del Ala 46 es objeto de especial atención y debate entre expertos en defensa aérea. Suponen un elemento decisivo en la disuasión y defensa de la soberanía de España en las Islas Canarias. Más con la tensión de los últimos meses con Marruecos.
Por ello, los problemas de antigüedad y obsolescencia de algunos aparatos de Gando encendieron las alarmas hace unos años. El Ejército del Aire no se ha resignado a perder capacidad en lo que se refiere a aviones de combate en Canarias, y por eso puso en marcha un plan de revisiones y mantenimiento para alargar la vida útil de los F-18, e incluso ‘resucitar’ cazas que se encontraban ya fuera de servicio.
La situación de los F-18 españoles en Canarias ha ganado interés en los últimos meses, como reacción a los pasos adoptados por Marruecos para extender sus aguas territoriales hasta el punto de que se podrían solapar con las aguas españolas en el archipiélago. Precisamente cuando las autoridades marroquíes comenzaron estos movimientos, el Ejército del Aire difundió un vídeo de dos F-18 volando sobre la costa de una de las islas de Canarias.
Sin duda Marruecos supone la amenaza más directa -aunque parezca remota- sobre Canarias. El ejército del país norteafricano se ha reforzado notablemente en los últimos años, y en el ámbito aéreo y de cazas de combate, Marruecos cuenta con algunas ventajas con sus F-16 dotados con radares, misiles y cascos de visión que superan las capacidades de los F-18 en ciertos ámbitos.
Los aviones españoles “no ven” a los marroquíes
En la práctica, si un F-18 ‘canario’ y un F-16 marroquí se encontraran en el aire en una hipotética acción hostil, la primera desventaja vendría marcada por el radar. “El F-16 dispone del radar AN/APG-68, mientras los cazas de Gando llevan el APG-67”.
Además, “Los marroquís tienen una visión de unos 300 kilómetros frente a los 150 de los radares españoles. Si despegaran a la vez, el caza marroquí tendría situado al español en su radar desde el primer momento. Al revés, no”. Incluso los sistemas de contramedidas de los F-16 marroquíes permiten distorsionar la señal del radar de los F-18, una capacidad de la que estos últimos no disponen.
Misiles punteros para Rabat
En cuanto al armamento de estos F-16, Marruecos ha “tirado la casa por la ventana”. Han adquirido los modernos misiles aire-aire AIM-9X Sidewinder –es el décimo país del mundo que los tiene-, y ha encargado también el bloque II, la futura evolución –será el cuarto país del mundo en contar con ellos. Éstos últimos le permitirán al piloto lanzar un misil y elegir el objetivo posteriormente, y no al revés como es habitual.
Por su parte, los cazas de Gando “están capados”, aseguran las fuentes del Aire consultadas. Al no estar actualizados, no pueden utilizar el misil aire-aire Iris-T que utiliza el Ejército del Aire. Se tiene que conformar con los AIM-9, la versión anterior al que montan los F-16 marroquíes.
Combates uno contra uno (peleas de perro)
“En caso de combates ‘Dogfight’ (Peleas de perro) -enfrentamientos pegados uno contra uno-, el caza marroquí tiene todas las de ganar. Los F-16, pese a ser monomotor –los F-18 son bimotor– desarrolla una mayor potencia y su chasis está diseñado para aguantar giros más bruscos –9G frente a 7,2G-”, aseguran. “La maniobrabilidad, por tanto, recae del lado marroquí”.
Otro de los aspectos en los que los cazas de Rabat superan a los F-18 ‘canarios’ es en la tecnología de disparo. “Los marroquís disponen de cuatro visores de casco JHMCS, que permiten a su piloto fijar el avión que quieren derribar girando su cabeza y mirando hacia él. En el caso español, el F-18 debe posicionarse enfrente de su objetivo para que el sistema de lanzamiento fije al enemigo”. Por lo que se intuye que España va a tener que tirar de testosterona en caso de conflicto.