El lío en la Casa Real de los Borbones, se está haciendo cada vez mayor. Pese a que los reyes Felipe y Letizia están dando una imagen de normalidad de puertas hacia fuera, dentro las broncas son cada vez mayores. El libro de Jaime Peñafiel «Anécdotas de oro» es una fuente inagotable de hallazgos, a cuál más jugoso, sobre la familia real.
La reina Letizia es quien sale peor parada por razones obvias: el autor nunca ha escondido que no es santo de su devoción. Algunos episodios dibujan a una reina colérica y humillada, como el día que le revolvieron las maletas en un aeropuerto o inapropiada e irreverente, como el día que le explicó un chiste grosero al oído a Joaquín Sabina.
O cuando en el Club Náutico de Palma, aparece Letizia ante la prensa con gafas oscuras de sol. Sofía la ve y le recrimina, a voz en grito, que cómo osa ir así: «¡Quítate las gafas»! y acto seguido Felipe le afea duramente. Igualmente en los desfiles de las Fuerzas Armadas, Felipe le tubo que gritar «Guardalas», refieriendose a la gafas, siguiendo la línea de su madre y su estricto protocolo. De igual modo ocurrio con el abanico.
Ahora la bronca, ha sido en París, donde los reyes se han desplazado para acudir a un par de actos, pese a haber suspendido su agenda oficial, donde Letizia y Felipe han tenido una conversación muy subida de tono, tal y como apuntan desde el entorno de la Casa Real.
Una bronca que tiene como protagonista precisamente el nombre que está poniendo La Zarzuela y la monarquía en el punto de mira: Juan Carlos I. Las diferentes informaciones, todas ellas muy polémicas, que dejan en muy mal lugar al emérito, particularmente las últimas sobre la fortuna del Borbón, están provocando que Ortiz esté presionando, y mucho.
La reina Letiiza, no le tiene precisamente mucho cariño a su suegro, está más que harta al ver como el nombre de Juan Carlos I no para de aparecer en los medios, en noticias relacionadas por supuesta corrupción, así como de sus amantes, o incluso de los hijos ‘no declarados’ del monarca.
Letizia pudo tener un extenso, dificil y hasta turbio pasado, antes de ser reina. Pero está demostrando que, a su manera, le preocupa la institución. Aunque solo sea por interes, o por sus hijas. De ahí que le haya pedido/exigido a su marido que intervenga en el lío de su padre. Obviamente no es que el rey Felipe tenga la potestad de impedir que sigan apareciendo informaciones, pero sí insistiendo que podría hacer algo más.
O al menos eso es lo que considera una Letizia que sabe, de paso, que está aprovechado la situación para alejar aún más a su suegro de su círculo más cercano. El problema es que, de tanta presión que le está metiendo Ortiz a su marido, Felipe ha saltado otra vez con otro. ¡Basta ya, por favor, Basta!, palabras oidas por diferentes testimonios en París.
Reyes Felipe y Letizia: su acto en París con alteraciones por el coronavirus #YoLeoSemana https://t.co/Xl1FFGFLpu
— Revista SEMANA (@semana_revista) March 11, 2020
