De las diversas especulaciones que se pueden hacer, las dos más plausibles son favorables al Barça: dar la clasificación actual como definitiva o bien ir a buscar el «campeón de invierno», el campeón a media liga una vez habiendo jugado todos contra todos. En ambos casos, es el Barça.
La realidad, sin embargo, es que no hay una respuesta correcta. El reglamento de la competición, que depende de la Federación, no prevé qué pasaría en un caso de súbita finalización de la competición sin margen a reemprender-la. Se contemplan diferentes hipótesis pero esta de máximos no.
Las bases de la competición regulan qué pasa cuando un partido se suspende y contempla los pasos a seguir para «minimizar los problemas derivados del desajuste del calendario oficial». Recomienda a los equipos visitantes «que permanezcan en la localidad en la que se desarrolla el evento» porque, si es posible, el partido se celebre dentro de las 24 horas siguientes, pero el coronavirus no tiene una caducidad tan baja ni afectaría a un solo partido oa unos pocos.
La feredación debería decidir si dar por buenas las jornadas disputadas hasta el momento o no y, en caso de que no, decidir cómo se resuelve ante la imposibilidad de jugar.
Y hay la opción de dar por bueno te título a media liga, completada la primera vuelta. Aquí tenemos el reciente precedente, en segunda división, cuando se produjo la expulsión del Reus. La normativa dice: «El club excluido de una competición […] se considerará no participante y ocupará el último lugar de la clasificación, con cero puntos. En principio parece que se deberían anular los resultados de todos los partidos que haya disputado en la competición, pero lo que sucedió con el equipo catalán fue que se situó en la última posición con 0 puntos, pero se dieron por válidos los resultados de la primera vuelta para los equipos contrarios.
Desgraciadamente, siguiendo estos mismos criterios, se consumaría el descenso del Espanyol en segunda división.
Se seguirá especulando!