Las consecuencias del escándalo por corrupción de Juan Carlos I aún no se conocen. Pero el hecho moral que se haya quedada sin su sueldo, el que le facilitaba mensualmente la Casa Real a costa de su Presupuesto anual, por parte de su hijo y actual rey Felipe VI, va a ser el inicio de una guerra. Por lo pronto el Rey Don Juan Carlos ha roto cualquier tipo de relación personal, familiar y profesional con su hijo, el Rey Felipe y también lógicamente con Doña Letizia.
La renuncia a la herencia familiar y el ‘castigo’ sin sueldo no ha sido la única represalia de La Zarzuela a las informaciones que relacionan al Rey emérito con el cobro de millonarias comisiones. Esto además ha provocado que la Casa del Rey sea contundente y le haya aconsejado a Don Felipe que “rompa cualquier relación e hilo conductor con su padre”, tal y como aseguran a Periodista Digital fuentes próximas a Palacio.
El siguiente paso es que Don Juan Carlos, que tenía hasta ahora su residencia oficial con todas las comodidades sociales, médicas, en seguridad, etc. en Zarzuela, le desahucian oficiosamente -ahora anda mucho por Sanxenxo, Pontevedra- y tiene que dasalojar su palacete en los próximos días (aunque las medidas de confinamiento podría alterar este calendario) por orden directa del Rey Felipe, tal y como aseguran las mismas fuentes.
El hecho ya le ha sido notificado al emérito oficialmente y él lo ha comunicado en primer lugar a Doña Sofía y posteriormente a sus dos hijas, las Infantas Elena y Cristina. Tanto la Reina como las Infantas han reaccionado inmediatamente alineándose con su padre y arremetiendo con dureza contra Felipe y Letizia, a las que han visto enfadadisimas.
Incluso, tal y como aseguran a ese digital las fuentes próximas a Palacio, ya se han producido varias llamadas entre Doña Sofía, las Infantas y el propio Rey Felipe en tono “más que desagradable” o si se prefiere enfurecidas, para tratar a convencer del ‘error’ a Felipe. El actual rey se está echando encima a toda su familia. Afirman diferentes medios que parte es culpa de la reina Letizia, que no puede ni ver a su familia política.
Pero nada va a alterar el plan o ‘maquinación’ hacia el Rey Juan Carlos I que no podrá residir más bajo el techo de La Zarzuela y tendrá que trasladar su residencia a algún apartamento del que dispone en Madrid o en la casa de un buen amigo suyo en Sansenxo y que serviría además para alejarse lo más posible del ruido de Madrid.
Ni la ex reina Sofía, ahora muy unida moralmente a su marido, ni las Infantas quieren permitir esa situación de desahucio por muchos motivos, además de la humillación pública y personal que supone, pero sobre todo porque Don Juan Carlos atraviesa por un delicado estado de salud y no lo quieren a 500 kilómetros de Madrid.
Esta negativa ha provocado una bronca y enfrentamiento sin precedentes en La Zarzuela con numerosas disputas verbales entre Doña Sofía y Don Felipe, pero también con gruesas y duras palabras dedicadas a la Reina Letizia, a quienes la Emérita y sus hijas responsabilizan en parte de esta situación.
Pero la decisión, a esta hora, parece irrevocable y el Rey Don Juan Carlos debe comenzar a preparar la maleta en medio del peor ambiente que se recuerda en la historia de esta Familia Real, ahora rota en pedazos y en medio del escándalo permanente. Los peores capítulos de la saga de los Borbones están aún por escribirse…