La inusual manera de Suecia para combatir la pandemia de coronavirus está comenzando a dar resultados, según el principal epidemiólogo del país. Anders Tegnell, el ideólogo de la respuesta relativamente relajada de Suecia a la enfermedad Covid-19, dijo a los medios locales que las últimas cifras sobre tasas de infección y muertes indican que la situación está comenzando a estabilizarse. “Estamos en una especie de meseta”, señaló Tegnell a la agencia de noticias sueca TT.
Suecia ha mantenido abiertas sus escuelas, gimnasios, cafeterías, bares y restaurantes, o parques, jardines y paseos, durante la propagación de la pandemia. En cambio, el Gobierno ha instado a los ciudadanos a actuar de manera responsable y a seguir las pautas de distanciamiento social. La propagación de la enfermedad en todo el mundo está desencadenando diferentes respuestas a través de las fronteras nacionales e incluso estatales, a medida que las autoridades luchan por contener un brote que aún es muy desconocido.
Según CincoDías, no está claro qué estrategia resultará más efectiva en última instancia, e incluso los expertos en Suecia advierten de que es demasiado pronto para sacar conclusiones. Pero dado el enorme daño económico causado por los estrictos bloqueos, el planteamiento sueco ha despertado un considerable interés en todo el mundo. La confianza en sus políticos, que actuan asesorados por médicos como Tegnell esta siendo determinante. España debería tomar nota.
Parte de esa estrategia se basa en tener acceso a uno de los mejores sistemas de atención médica del mundo. En ningún momento Suecia experimentó una escasez real de equipos médicos o de capacidad hospitalaria, y las tiendas instaladas como centros de atención de emergencia en todo el país han permanecido prácticamente vacías. Su primer ministro, Stefan Lofven, detectó una clara debilidad en la protección de las personas en residencias de ancianos, que falló, con lo que se ha ganado la aprobación de los suecos y su popularidad personal se ha disparado. Lo contrario que con Pedro Sánchez.
Mientras muchos otros países han introducido la militarización del territorio y leyes estrictas, caso superlativo es el de España, conde dan hasta «Partes de Guerra», e incluyen importantes multas si se descubre que las personas violan las normas de distanciamiento social recientemente emitidas, los suecos parecen estar siguiendo esas pautas sin necesidad de legislación. Los grupos familiares se mantien unidos, pero con la máxima preocupación del resto.
Hay que recordar que hasta el domingo, Suecia había reportado 1.540 muertes vinculadas al Covid-19, un aumento de 29 desde el sábado. Esa cifra es considerablemente más alta que la del resto de Escandinavia, pero mucho menor que la de Italia, España y el Reino Unido, tanto en términos absolutos como relativos.