Se dice de alguien que tiene algún muerto en el armario cuando por su historial de acciones y actitudes no está en posición de criticar o señalar a otras personas, o de dar lecciones de ética, ya que él mismo da mucho de qué hablar y está sujeto a ser cuestionado en caso de que exprese tales críticas sobre otros o que pretenda dar lecciones de ética cuando su historia está cuajada de traiciones, bajezas, indignidades, ruindades y bajezas.
Tarde y mal este domingo 26 de abril los niños y niñas, menores de 14 años, han podido salir de casa, a poder estar en espacios abiertos, a recibir la luz del sol, y a moverse. Las salidas han sido masivas, aunque tampoco ha habido prisas. Hay mucha desconfianza en los padres y mayores. Y con razón. La cosa no está ni mucho menos solucionada. Y el Gobierno y su nefasta gestión con el Covid-19 lo saben.
No hay vacuna ni inmunidad poblacional suficiente para garantizar que el virus deje de circular cuando se levante el confinamiento final y total. Así que el Ministerio de Sanidad, aunque no lo haga público ni notorio escuetamente, todo al contrario como es su línea, encomienda la estrategia sanitaria a rebajar el número de casos a un nivel “asumible” por el sistema sanitario y evitar su colapso. Pero para ello, las comunidades autónomas han de garantizar un margen de maniobra ante eventuales rebrotes.
Según el documento Recomendaciones Sanitarias para la Estrategia de Transición elaborado por el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), las autonomías deberán tener capacidad para doblar las camas de UCI si fuese necesario. Los expertos de Salud Pública recomiendan también mantener un doble circuito de entrada en los centros sanitarios para evitar la transmisión del virus.
El Gobierno se hace el valiente, ha quitado los comunicados militares, risa y mofa de medio mundo ante un problema que era y es sanitario, y que ha tardado mes y medio en darse cuenta. Pedro Sánchez está temeroso en sus acciones, tiene el rabo entre las piernas. Demasiadas muertes para tan pocos ciudadanos, demasiados Ertes, demasiado paro y hambre, demasiadas compras erroneas. Demasiado oscurantismo en todo. Demasiados muertos en el armario.
Ha quedado marcado por la opinión pública, que ahora le hará pagar su incompetencia con colas de juicios, la oposición le axfisiará por todo y más, y sobre todo ha quedado retratado por Catalunya, que se avanzaba a lo que este decía y desde el principio pidió confinar, ahora el resto de CCAA le secundan, pues cada una es diferente. Sánchez vende que tiene billón y medio de la UE, pero es humo en su boca. El Gobierno ha fallado en todo lo importante. Empieza el desconfinamiento pero nada está solucionado…