España es el único de los principales países de la Unión Europea que no tiene fechas claras para su desescalada y reactivación económica. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció en su hoja de ruta hacia la «nueva normalidad» a través de cuatro fases centradas en objetivos epidemiológicos y no en etapas temporales. Lo único que se sabe es que Sánchez pretende extender el estado de alarma hasta finales de junio.
El modelo de Sánchez depende de que las provincias soliciten entrar en cada fase de la desescalada (hay cuatro diluidas en ocho semanas), lo que acaba delegando a ellas la responsabilidad de las mismas. En estos momentos hay una subida del número diario de muertos por coronavirus en España: 325 en las últimas 24 horas. Mientras el número de casos positivos suma ya 238.049 personas, después de que se hayan registrado 2.144 contagiados más. La cifra de fallecidos se aproxima a los 25.000 (24.275).
Según vozpopuli, tanto el francés Emmanuel Macron como el italiano Giuseppe Conte han ido desglosando a lo largo de los últimos días las fechas concretas para la reapertura de comercios y otras actividades en sus países. En ambos casos, el plan de recuperación es homogéneo a nivel nacional, mientras que en España segmentado a nivel provincial. También en la movilidad, el gobierno de Sánchez ha apostado por limitar los movimientos por provincias y no regiones, como en Italia.
Por ejemplo, Francia reabrirá los colegios a partir del 11 de mayo. También las bibliotecas y los museos. Los comercios podrán abrir desde esa fecha y los ayuntamientos decidirán sobre los centros comerciales de más de 40.000 metros cuadrados. En el caso italiano, el 4 de mayo los ciudadanos podrán reunirse con sus familiares y empezarán a reactivarse sectores económicos como el de la moda. Las librerías ya están abiertas, así como las tiendas de ropa para niños. Las otras tiendas volverán al trabajo a partir del 1 de junio.
Gracias al estado de alarma, el Ejecutivo se ahorra los debates parlamentarios y la habitual rendición de cuentas en el Congreso. Para el Gobierno seguir en estado de alarma es esencial para poder frenar la desescalada si se dan nuevos brotes de coronavirus. Más de los mismo en la nefasta gestión del Coronavirus por parte del Gobierno Central.