Nuevo escándalo de corrupción en la monarquía española, con las nuevas revelaciones sobre la ‘presunta’ fortuna del rey Juan Carlos en Suiza. El abogado y gestor de la cuenta suiza del monarca emérito en el país helvético, Arturo Fassana, ha declarado al fiscal jefe del cantón de Ginebra que Juan Carlos I le entregó en 2010 en Ginebra 1,7 millones de euros que había recibido como donación del rey de Bahréin. La confesión de Fassana, que ha sido revelada por El País, se encuadra dentro de la causa judicial que investiga los movimientos de la fundación panameña Lucum en la que el rey emérito era primer beneficiario.
El fiscal suizo tomó declaración a Arturo Fasana en octubre de 2018 como investigado por un presunto delito de blanqueo de capitales y le preguntó sobre las razones por las que Juan Carlos I recibió 1.7 millones de euros el 7 de abril de 2010 del sultán de Bahréin y el gestor respondió lo siguiente: «Juan Carlos I es una persona apreciada en los países del Golfo. Volvía de Abu Dhabi y vino a mi casa a Ginebra. Quería almorzar conmigo. Me dijo que había recibido 1,9 millones del sultán de Bahréin, que le había ofrecido este dinero. Escribí un informe de visitas y pedí al banco si podía entregar el dinero. Me dijeron que sí». De hecho, según la declaración judicial de Fasana, el rey emérito acudió a su domicilio particular con una maleta que supuestamente contenía el dinero.
La fiscalía suiza mantiene imputados en esta investigación a Corinna Larsen, el gestor Fasana y el abogado Dante Canónica, quien trabajó durante años en el despacho de éste último, por un delito de «blanqueo agravado de capitales». La hipótesis de la Fiscalía suiza es que los fondos transferidos por Juan Carlos I proceden de comisiones irregulares en países de Oriente Medio y que Fasana y Canónica actuaban de testaferros. Una de esas comisiones irregulares sería esta de 1,7 millones de euros y la mayor de las comisiones descubiertas ascendería a 100 millones de dólares que Juan Carlos I habría recibido en 2008 de Arabia Saudí por mediar en la construcción del AVE a La Meca con empresas españolas.
Lo más sorprendente o vergonzante de la declaración de Fasana es que don Juan Carlos habría acudido a su domicilio particular con la maleta del dinero, exponiéndose al máximo. O a asabiendas que estaba por encima de la justicia española al ser inviolable o por ignorancia y soberbia supina borbónica. Hay que recordar que al comenzar esta crisis del coronavirus también estalló otro escándalo que supuso que el actual jefe del Estado, Felipe VI, dejara a su padre sin la asignación de los Presupuestos Generales y que también renunciara a la herencia que le corresponde, ya que se supo que don Juan Carlos le puso como beneficiario a él y a su hija, la princesa Leonor, de un fondo millonario offshore.
El tuit de la Casa Real que demuestra las implicaciones de Felipe VI en la corrupción familiar: