El absoluto centralismo en la crisis de la pandemia del coronavirus por el Covid-19, no convence a las comunidades históricas ni a su partidos nacionalistas, que no están por la prolongación del estado de alarma que finaliza el 9 de mayo. Al menos no de esta manera que obliga el Gobierno socialisata. Pedro Sánchez defenderá su extensión otras dos semanas el miércoles en el Congreso.
La octava conferencia de presidentes desde mediados de marzo se ha caracterizado por las críticas de las comunidades, incluidas algunas del PSOE, a la unilateralidad del presidente. La desescalada por provincias en vez de por regiones, o áreas de salud, sigue sin convencer a las comunidades historicas, Catalunya, Euskadi, Galicia e incluso Madrid. Además de comunidades del PP y socialistas con amplias zonas rurales. Y así se lo han hecho saber sus respectivos presidentes.
El planteamiento de Sánchez de un procedimiento de “cogobernanza” para la relajación de las medidas de confinamiento, con el propósito de reforzar el consenso y la coordinación con las comunidades, no ha convencido practicamente a nadie, que lo tiene dificil para conseguir la mayoría simple este próximo miercoles en el Congreso para ampliar otros quince días el Estado de Alarma.
“Las decisiones serán consensuadas y habrá reuniones bilaterales”, ha tratado de rebajar la tensión con los barones el ministro de Sanidad, Salvador Illa, que también se ha abierto a considerar el desconfinamiento progresivo según las áreas de salud. Pero el enfado sigue in crescendo. Se han aprobado tres prórrogas por el Gobierno, pero cada vez cuenta con menos apoyos.
