Análisis.- El presidente del Gobierno de España ha anunciado que planteará la cuarta prórroga del estado de alarma. Sin embargo, todo apunta a que esta vez no tendrá fácil conseguir los apoyos necesarios, a pesar de que «solamente» necesite obtener la mayoría simple del hemiciclo.
No es una noticia nueva que el estado de alarma necesite continuar: así lo ha anunciado en varias ocasiones el presidente del Gobierno al referirse a los distintos estados de alarma que se irían produciendo en el tiempo.
Desde los gobiernos regionales están empezando ya a poner condiciones al «mando único» del Gobierno estatal.
Cataluña ha venido avisando durante las últimas semanas de las necesidades específicas que requiere la gestión de su territorio, para lo cual, necesita poder tomar decisiones de manera autónoma.
En este mismo sentido se han pronunciado ya los dirigentes del PNV, respecto al País Vasco, e incluso desde las propias filas del partido del gobierno central, en casos como Aragón hemos podido escuchar a un crítico Lambán que señala sus divergencias con las pautas marcadas por el ejecutivo estatal.
Por su parte, Vox y Partido Popular han anunciado también que no votarán de manera favorable a la prórroga del estado de alarma a partir del 9 de mayo.
Ante esta situación, Sánchez ha propuesto una nueva fórmula para calmar las aguas territoriales: la «cogobernanza» para llevar a cabo la desescalada en el confinamiento. Además, anunció la inversión de 16.000 millones de euros para que las regiones puedan disponer de liquidez.
Reacción de Cataluña
Por el momento, desde el Govern de la Generalitat ha anunciado que estas propuestas les resultan insuficientes. Y que mantendrán su voto negativo el próximo miércoles en el Congreso cuando sea puesta la prórroga sobre la mesa del hemiciclo. Se unifica así la postura con ERC, que también ha advertido que mientras no se recuperen las competencias autonómicas del Govern, se posicionarán en contra de la prórroga.
El president de Cataluña, por su parte, se muestra molesto al no haber recibido todavía respuesta a la solicitud de reunión bilateral que ha planteado a Moncloa. «Me sorprende que hablemos de cooperación, cogobernanza y diálogo y no podamos tener una simple conversación» ha señalado.
Respecto a la «inyección económica», también se critica el hecho de que se haga por tramos, puesto que las necesidades económicas tienen carácter urgente, y en realidad, a pesar de que Sánchez ha anunciado la inversión de 16.000 millones a las autonomías, éstas han explicado que no es suficiente y que, además, si no se hace de manera rápida, se estará dificultando la gestión nuevamente.
Igual que en el País Vasco
Desde el País Vasco se hace hincapié en cuestiones similares a las de Cataluña. El presidente del Partido Nacionalista Vasco, Andoni Ortuzar, ha afirmado que es necesario incluir un mecanismo de pacto con las comunidades autónomas para que puedan establecer sus propios procesos de desescalada, si Sánchez quiere obtener el apoyo necesario para prorrogar por cuarta vez el estado de alarma.
En el mismo sentido que apuntan los catalanes, los vascos consideran imprescindible que se recuperen las competencias autonómicas. No significa que planteen un «no» de entrada, pero están por el momento seguros de que tampoco darán un «sí» en estas circunstancias.
Por el momento, quedan tres días hasta el miércoles, que será cuando se tenga que votar en el Congreso la cuarta prorroga del estado de alarma.
La mayoría necesaria es simple, por lo que las regiones toman fuerza en la negociación: concretamente los partidos independentistas y nacionalistas.
Por el momento, todo apunta a que el Gobierno central irá devolviendo las competencias a las regiones, permitiendo que el desconfinamiento se produzca atendiendo a los criterios y necesidades específicas necesarias y tratando de suavizar las tensiones generadas.