Pablo Iglesias, Vicepresidente del Gobierno de Derechos Sociales y sus homólogos de Italia -ministra de Empleo y Asuntos Sociales, Nunzia Catalfo– y de Portugal -la ministra de Empleo, Solidaridad y Seguridad Social, Ana Mendes) han presentado hoy viernes una propuesta sin precedentes. Tanto por el contenido como por la estrategia de frente común del sur.
Ante problemas globales, hay que apostar por respuestas globales, y en este sentido, el Vicepresidente Iglesias se ha expresado para presentar la iniciativa al Comisario de Empleo de la Unión Europea, Nicolas Schmit hace unos días.
Hoy se ha consolidado la apuesta conjunta por parte de Italia, Portugal y España que defenderán juntos la creación de un ingreso mínimo garantizado a nivel europeo. Y para ello, buscarán alianzas con otros estados miembro de la Unión.
La idea no es sustituir ninguna de las medidas que ya se han tomado en los países, sino desarrollar una nueva que tenga carácter complementario. En España, esta medida supondrá un coste de 3.000 millones de euros al año. De hecho, a finales del mes de mayo está previsto que la renta mínima garantizada en España sea ya efectiva.
El proyecto se encuentra en la fase inicial, por lo que todavía falta desarrollar condiciones, requisitos, datos y cantidades. Lo que sí es seguro es que en Europa tenemos actualmente 113 millones de personas en riesgos de pobreza
y la crisis que puede generar el COVID-19 puede llevarse por delante a muchísimas personas. Esto es, precisamente, lo que se tratará de evitar con medidas como la propuesta hoy por el frente Italiano-Español-Portugués.
La medida podría garantizar que ninguna persona en la Unión Europea sufra una situación de pobreza. Además, a nivel estratégico político, se abre una nueva etapa en la que los países del sur apuestan por sumar fuerzas para defender los pilares sociales de la UE, tan abandonados durante los últimos años y que, precisamente, los que más han sufrido por ello somos los países que ahora comenzamos a unirnos.
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