España es cada vez más republicana. Ese cambio en quien debe ser el futuro Jefe del Estado, no es una percepción idealista, sino una realidad. Los continuos casos de corrupción y desmadres, entre otras bondades de los Borbones, han hecho ganarse a pulso esa nueva corriente republicana. O como poco, ya no ven necesario una institución anacrónica, y lo que arrastra al Estado.
Los monárquicos aprovechan cualquier ocasión para blanquear la Casa Real española, pero solo hacen maquillar la realidad. Como bien se pudo comprobar tras la publicación del mensaje de Leonor y Sofía en las redes sociales sobre su confinamiento, la gran mayoría de comentarios y opiniones respecto a la futura reina son más negativos que positivos.
Eso sí, son comentarios y opiniones que la hija mayor de Felipe y Letizia desconoce. Entre otras cosas porque, su madre está muy pendiente de su educación y en su reclusión, uno de los aspectos en los que es más severa es en el acceso de sus hijas a cierta información. Protección que resulta contraproducente de cara al futuro, en pleno siglo XXI, con Leonor en un mundo mediático.
Al margen de este tipo de protección, su hija cuenta con una guardia pretoriana, la de sus guardaespaldas. Un equipo de seguridad que tuvo que intervenir hace un tiempo por la hija mayor de los reyes, Leonor de Borbón. Como bien apunta el libro «Los principes preaparados para reinar», de los periodistas Carmen Enríquez y Emilio Oliva, la princesa como su madre, tiene un fuerte carácter.
Así se lo hizo saber a otro niño del cole cuando, hace ya algún tiempo, este le molestó hasta el punto que la futura reina no se cortó un pelo y mordió a un niño. hasta que el servicio de seguridad de Leonor entró en escena. Obviamente, este pequeño incidente llegó a oídos de una Letizia que lo intento ocultar hasta que los periodistas lo descubrieron. Estos son algunos pasajes del libro:
«En otra ocasión, la hija de los Príncipes riñó con otro niño y en un descuido le mordió. Y cuando el otro fue a devolverle el mordisco, una persona de seguridad encargada de vigilar a la Infanta no le dejó hacerlo. Eran cosas de niños, pero su celo pudo más». Podía haber ido a mayores.
«Desde el entorno de los padres de los compañeros de la Princesa de Asturias, había diferentes riñas cuando era más pequeña, pues pedía a sus compañeros que la llamaran “alteza”. Este hecho hizo que más de una madre se mostrase muy indignada por ello». Con la consiguiente queja cuando Leonor dijo: “De ahora en adelante tendréis que hacerme una reverencia“,
Así, «La preocupación de Doña Letizia por su hija es constante, hasta el punto de que otra vez llamó a la madre de una de las amiguitas de la Infanta para preguntarle si sabía qué pasaba entre ellas, ya que Leonor había comentado que la pequeña estaba enfadada con ella». Caracter Borbón…
