Se había anunciado ya en el plan de desescalada: a partir del 18 de mayo el País Vasco comenzaría su actividad docente presencial para los alumnos de 2º de Bachillerato y para los Grados Medios y Básico, así como para FP superior.
Iban a ser los primeros escolares en volver a clase y estaba previsto que lo hicieran de forma escalonada durante la mitad final del mes de mayo. Estaba previsto que afectase a un total de 90.000 alumnos que terminarían el curso en clase.
Si bien es cierto que la decisión del gobierno vasco estaba supeditada a la situación sanitaria, se había apostado por abrir las clases prácticamente diez días hasta final de curso. Se planteaba que no fuera una cuestión voluntaria, que se mantuvieran las distancias de seguridad entre alumnos y que que las clases pasasen a un horario intensivo de cinco horas, sin servicio de comedor y utilizando mascarillas de forma obligatoria.
También se preveía que la segunda tanda, los de cuarto de Secundaria, Primero de Bachillerato y FP de Grado Medio se incorporarían el 25 de mayo.
El 28 de mayo se incorporaría el último grupo, que responde a los de FP Básica. Los demás, los de edades hasta 14 años continuarían con la formación telemática.
Respuesta del Sindicato de Estudiantes: «es irresponsable la vuelta a clase»
Desde el Sindicato de Estudiantes se convocó una huelga indefinida hasta el 18 de mayo en todos los institutos del País Vasco. Consideran desde la organización que la decisión del Departamento d eEducación del Gobierno Vasco de volver a las aulas era «irresponsable».
A través de un comunicado rechazaron rotundamente la vuelta a clase y los exámenes de tercera evaluación exigiendo que quede suspendida la prueba de selectividad de este año.
Demandaban en su comunicado la finalización inmediata del curso y la reorganización de los planes de estudio para recuperar los contenidos esenciales que no hayan podido ser dados debido al confinamiento.
Desde su punto de vista, «una de las principales razones que explica que el Gobierno Vasco quiera retomar las clases a toda prisa s que sus amigos de la patronal casca no quieren esperar ni un minuto más para poner todo a producir, mandar a nuestros padres y madres a sus puestos de trabajo y poder garantizar así sus beneficios económicos».
Además, han denunciado con esta decisión del Gobierno de la vuelta a clase, se ponía en evidencia «la falsedad de la propaganda sobre las clases online, dejando en evidencia que no podemos aceptar ni los exámenes de la tercera evaluación ni la selectividad».
Están convencidos desde el Sindicato de Estudiantes de que no se dan las condiciones para poder asegurar las medidas de protección en las aulas.
El Gobierno Vasco rectifica y anuncia ahora que la vuleta a clase será voluntaria
Hoy se ha conocido que, finalmente la consejería de Educación dejará en manos de los colegios la decisión y el retorno a las aulas será voluntario y no obligatorio como al principio se planteó.
Y es que el rechazo con el que se han encontrado ha sido total: desde el Sindicato de Estudiantes, pasando por la patronal principal de educación concertada y la red de centros públicos. Todos ellos han hecho las mismas valoraciones: no se cumplen las condiciones para recuperar las clases presenciales que estaba intentando forzar el ejecutivo vasco.
Tras una reunión mantenida ayer entre la Asociación de Directores de Centros Educativos Públicos con el departamento de Educación del Gobierno Vasco, se acordó que la vuelta a clase a partir del 18 de mayo será voluntaria.
La decisión será finalmente de cada centro
Cada colegio decidirá si abre sus puertas o continúa trabajando de manera telemática. Deberán justificar su decisión y presentarla ante la inspección educativa para que ésta apruebe o desestime la solicitud.
Según el Departamento de Educación, es cada colegio quien sabe si puede asegurar las medidas de protección a los alumnos.