Los servicios de atención sanitaria esencial, sobre todo en el área maternoinfantil se han visto interrumpidos a nivel global. Por ejemplo, y de manera muy especial, la planificación familiar, el parto y la atención postnatal, así como la dispensación de vacunas a los recién nacidos. Según ha publicado Lacent Global Health Journal , podría suponer un aumento en más de un millón en las muertes de niños menores de cinco años durante los próximos seis meses.
Según ha señalado la agencia para la infancia de Naciones Unidas, UNICEF, «esta pandemia está teniendo consecuencias de largo alcance para todos, pero sin duda es la crisis global más grande y urgente a la que los niños se han tenido que enfrentar desde la Segunda Guerra Mundial».
El análisis elaborado plantea tres posibles escenarios. El más optimista, relativo a aquellos lugares donde los servicios de salud se reducen en un 15%, habría un aumento del 9,8% de las muertes en niños menores de cinco años. Se estima que serían 1,400 por día. En las muertes maternas se produciría un salto hasta el 8,3%.
En el peor de los escenarios, donde los servicios de salud se han reducido aproximadamente en un 45%, se podría producir un aumento del 44,7% en las muertes de menores de cinco años y un aumento de 38.6% en muertes maternas al mes.
El informe evidencia que «si se interrumpe la atención médica en controles rutinarios y se reduce el acceso a alimentos, el aumento de las muertes infantiles y maternas será devastador», afirman.