El turismo que recibimos desde otros países supone un gran motor para nuestra economía y la incertidumbre en el sector turístico es enorme: ¿se permitirá la llegada de ciudadanos de otros países? ¿qué medidas están previstas para garantizar la seguridad de los que nos puedan visitar?
Bruselas valora que el sector turístico perderá unos 400.000 millones en toda Europa a causa de esta crisis, un gran problema que ha de conjugarse con la protección máxima y mantener las medidas de precaución de la salud.
El sector turístico es el sector más grande en varios países del sur de Europa con la mayoría de los ingresos generados durante los meses de verano. Los viajes de turismo receptivo dentro de la UE de junio a octubre representan el 65% del flujo anual en España, el 60% en Italia, el 78% en Grecia y el 79% en Croacia (Eurostat, 2019). Por año, el turismo representa el 11% del empleo y el 14% del PIB en España, el 13% del empleo y el 12% del PIB en Italia, el 26% del empleo y el 25-30% del PIB en Grecia, y el 13% del empleo y más del 20% del PIB en Croacia.
Según los creadores del proyecto, «si se comunica bien y con suficientes garantías, esta propuesta podría salvar la temporada turística de un verano en el sur de Europa mitigando así los enormes costos económicos que el cierre del turismo internacional podría causar a estos países». Añaden en su presentación que «las zonas verdes europeas representan una oportunidad única para que la UE demuestre liderazgo creando una situación beneficiosa para todos los países, con un enorme impacto positivo directo en la vida de millones de ciudadanos europeos».
Francia, Italia y España ya han anunciado un enfoque regional
Francia, Italia y España ya han anunciado un enfoque regional. Según informa ESADE, las estrategias de salida de estos países se basan en desconectar áreas geográficas al prohibir viajes innecesarios entre ellas.
Para que esta iniciativa funcione, el etiquetado debe ser seguro y fiable, por lo que las condiciones bajo las cuales una zona se etiqueta en verde deben establecerse en base a criterios y control de las autoridades sanitarias competentes.
Además, se propone que el criterio de zonificación verde se eleve a nivel paneuropeo.
Los tres pasos del proyecto
En primer lugar, habría que establecer una división en zonas (regiones, provincias, departamentos). Podría realizarlas cada país de forma independiente.
En segundo lugar, marcar los colores de cada zona atendiendo al nivel de presencia del virus y de las medidas de protección. Las etiquetas verdes deben ser consistentes en todos los países y la administración debe establecer los criterios estrictos y el control ha de facilitarse por el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades.
En tercer lugar, tejer la conexión entre las zonas verdes para crear una red de viaje en zonas seguras.