Un estudio elaborado por el Trinity College de Dublin, que puede leerse aquí , ha encontrado la relación entre los niveles de vitamina D y la capacidad inmune contra el COVID-19.
Tras este hallazgo, los investigadores han pedido al Gobierno de Irlanda que incluya entre sus recomendaciones que se tenga en cuenta la necesidad de incorporar esta vitamina en la dieta de la población para poder reforzar el sistema inmunológico ante el virus.
La vitamina D es fundamental para la salud y el correcto funcionamiento de músculos y huesos. Además, sirve de ayuda ante las infecciones respiratorias, fortificando el sistema inmunitario.
La vitamina D pertenece al grupo de vitaminas liposolubles y su absorción es como la del resto de las grasas.
Los investigadores han señalado que hay evidencias para afirmar que la vitamina D tiene un rol importante en la prevención de infecciones en el pecho, particularmente en adultos que tienen un nivel bajo de la misma. De hecho, hay estudios que demuestran que quienes toman suplementos de esta vitamina tienen la mitad de riesgo de contraer infecciones en el pecho.
Es fundamental para los mecanismos de absorción del calcio y para que el mineral se fije correctamente en los huesos.
España e Italia tienen bajo nivel en su población de esta vitamina
El estudio muestra que los países en latitudes del sur, con presencia de sol como son España, o el norte de Italia, presentan concentraciones bajas de vitamina D, y por lo tanto, deficiencias. Y coinciden precisamente estos países con los focos de infección más elevados.
Los países del norte de Europa, como Finlandia, Noruega, Suecia, Bélgica tienen niveles más altos de vitamina D en su población precisamente a la ingesta de suplementos por parte de la ciudadanía. Coinciden estos lugares con las cifras más bajas de infección por COVID-19.
¿Dónde podemos encontrar esta vitamina?
La vitamina D se encuentra fundamentalmente en los rayos del sol, que a través de nuestra piel llega a nuestro organismo. Es suficiente, en general, con estar expuestos al sol unos quince minutos al día.
Pero también podemos encontrarla en alimentos como el pescado graso (salmón o caballa), pescados azules, mariscos, en huevos, en hígado, cereales y productos lácteos.
En invierno lo recomendable es consumir unos 10ug diarios y aproximadamente 20 ug si eres grupo de riesgo.
Otra manera de consumir la vitamina es a través de suplementos que se venden en farmacias.
Sobre todo se recomienda en niños recién nacidos, y por ello los pediatras lo prescriben hasta los dos años en gotas, y también para mayores de cincuenta años de edad.
No todas las personas se beneficiarían de tomar suplementos vitamínicos, porque beneficiará a aquellos que tengan déficit de la misma. Además, hay que señalar también que ingerir una vitamina sin que nuestro organismo la necesite puede tener también efectos adversos. Por lo que se recomienda precaución y que no se piense que tomar vitamina D creará protección para todo el mundo, porque no es así.
La vitamina D en los pacientes críticos por COVID-19
Según se señala en esta información los pacientes críticos frecuentemente presentan niveles muy disminuidos de vitamina D. Se propuso, por este motivo, que se administrase a pacientes ingresados en las UCIs. Los resultados de los ensayos clínicos no fueron alentadores, pues se mostró que ingerir suplemento vitamínico no mejoraba la evolución de estos pacientes ni reducía las tasas de mortalidad.