Con Julio Anguita se podía estar de acuerdo políticamente o no, pero ideológicamente era de los que demostraban su discurso con hechos. Nada que ver con los políticos de ahora. Nada incluso que ver con las izquierdas de ahora. Su visceralidad tenía razón de ser. «Este país no tiene ningún futuro». «Salvo lo que dure el sol, lo que duren las playas, el turismo» vaticinaba hace años.
Ha fallecido a los 78 años en época de neoliberalismo y de escándalos monarquicos en su país. Donde el comunismo, siquiera el republicasnismo, necesitan sustentarse en uno de los dogmas del nuevo liberalismo, la liberalización de la economía, o el libre comercio en general, para sustistir en un mundo globalizado.
Julio Anguita, líder histórico de Izquierda Unida y referente de la izquierda española, siempre tuvo el cariño del votante de izquierdas. Se puede contar con los dedos de una mano líderes de izquierdas que se vanagloriaban de su ideología y que no hayan utilizado las puertas giratorias, al estilo socialista de Felipe González. Uno de ellos Gerardo Iglesias que volvió a las minas de donde venía.
Una vez abandono su periplo por la política, el que fuera coordinador general de IU fue noticia una vez más por renunciar a su pensión vitalicia como exparlamentario. Significativo que haya fallecido en uno de los momentos más convulsos de la Monarquia española, justamente por corrupción económica -amén de otros temas-, y de exaltaciones a favor de la República.
Esta decisión de no cobrarla se ha recordado singularmente este sábado, día de su fallecimiento por ser un político de raza y palabra: “Tengo una pensión de 1.848 euros, un Seat león y un ordenador. ¿Para qué más?”, apuntaba en una entrevista a un diario muy de derechas en Junio de 2014.
Lo resumía pocos días antes de la proclamación de Felipe VI como rey de España: «La república es una cosa muy seria que trasciende de manifestaciones, de ondear de banderas y que debe ser algo más que el antimonarquismo. Tiene que ser preparado. No se puede improvisar en un discurso ni en una manifestación. Creo que el movimiento republicano, lo vengo diciendo hace años, tiene que unirse en torno a una propuesta de república».
Vídeos-Redes:
Julio Anguita renunció por escrito a la pensión máxima vitalicia a la que tenía derecho como ex-parlamentario, argumentando que “con la pensión que le correspondía como maestro tenía bastante».
Un político ejemplar.
Que sus sabias palabras no se olviden#JulioAnguitaDEP ❤️💛💜 pic.twitter.com/rSdWu6JBAo— Pilar H. Lucas (@PilarHLuc) May 16, 2020
Julio Anguita:
-Renunció a todo privilegio político y se quedó con su pensión de maestro
-Denunció las privatizaciones y demás robos del PPSOE
-GonzáleX, el Ibex y los medios le acosaron
El presidente que no merecimos.
Descansa en paz, maestro.pic.twitter.com/fJXG9Pfj7c— Accountable (@Accountable2019) May 16, 2020
Ha fallecido Julio Anguita, un referente político e intelectual inmenso. Cuando dejó la política regresó a dar clases al instituto, en lugar de meterse en un consejo de administración. Tras jubilarse renunció a su pensión extra de ex parlamentario y solo cobró la de profesor. pic.twitter.com/OBJy3WSogE
— PabloMM (@pablom_m) May 16, 2020
“Tengo una pensión de 1.848 euros, un Seat León y un ordenador. ¿Para qué más?”
Cuando alguien os diga que todos los políticos son iguales, habladle de Julio Anguita…
Hasta siempre profesor… 😥 pic.twitter.com/VkFGvoBopS
— Protestona 😷 (@protestona1) May 16, 2020
Julio Anguita volvió a dar clase cuando dejó la política. Se jubiló como maestro de historia. No cambió de coche ni de casa. Rechazó pensión como exparlamentario y fondos de pensión privados. Vivió con pensión de maestro. Ha muerto a los 78 años. Queda por siempre su ejemplo. DEP pic.twitter.com/3uB6U1W2iR
— Fonsi Loaiza (@FonsiLoaiza) May 16, 2020