Tensión a punto de estallar entre las Fuerzas Armadas y el Ministerio de Defensa de Margarita Robles. Mucho ‘paripé’ de control y unidad militar en las conferencias de prensa y ahora la desunión y la tensión se puede palpar en el ambiente. No sin razón. La gravedad nos recuerda la negligencia en el caso del alquiler del avión ucraniano Yakovlev 42, donde murieron 62 militares españoles.
Todo viene a partir de una delegación militar española que fué a las ciudad origen de la pandemia para una competición atletica. Dos meses después eclosionó la pandemia. Esta estaba compuesta por 170 personas, de las que cuatro sufrieron síntomas de neumonía durante su estancia o ya de vuelta en España. Algunos de los 10.000 atletas de más de 100 países que participaron en aquella competición se han mostrado convencidos de haber pasado la covid-19, aunque no se ha confirmado que ninguno la pasara allí.
Además de ofrecer pasar el test a los atletas militares que viajaron a Wuhan, el Ministerio de Defensa hará 60.000 test rápidos del coronavirus para garantizar que no se produce un rebrote durante el proceso de desescalada en las Fuerzas Armadas, que se inicia este lunes. La decisión del Ministerio de Defensa de realizar estos miles de test rápidos de detección del coronavirus en las Fuerzas Armadas, que ayer adelantó El País, ha incrementado la tensión entre el departamento de Margarita Robles y los cuarteles generales de los tres Ejércitos.
La gravedad del caso ante la posibilidad de que se den contagios entre soldados por la poca fiabilidad de las pruebas que se van a realizar y la existencia de partidas defectuosas compradas en China y que fueron rechazadas por las Comunidades Autónomas, según informaron fuentes militares a Vozpópuli. Que indica que la resolución de Defensa indica en su artículo 4.c que el servicio sanitario de cada unidad militar realizará «un test rápido serológico para detectar el estado inmunitario frente al virus SARS-CoV-2, acompañado de una hoja informativa». Escándalo a la vista.