El CIS ha hecho público sus últimos indicadores. Hace apenas dos semanas que Ciudadanos celebró su asamblea telemática, todos desde casa con sus ordenadores. Arrimadas está en estos momentos en estado de efervescencia como si hubiera vendido su alma al diablo. Vuelve a los medios hablando España y la pandemia, se siente util con Sánchez y ahora sube algo en las encuestas. Con tal de no hacer desaparecer a su partido, es capaz de hablar solo de su país, de acercrse al PSOE y de lo que sea. Pero su objetivo, como un destino inevitable, no es otro que seguir con su catalanofóbia. Genética pura.
Está Jerezana, de padres de Salamanca, y casada con el exdiputado catalán de CiU Xavier Cima, se agarra a cualquier rama, como buena buscavidas ante sus propósitos. Arrimadas ha conseguido lo que perdió Rivera: ser más útil con diez diputados que con 57 como tenía su mentor. La nueva presidenta del partido entiende que sólo se salvarán si se ven que sirven para algo. Y sus propositos son claros. No es un apoyo a Sánchez por cuatro condicionantes en la crisis pandémica, es un mensaje a la Mesa de Diálogo con Catalunya.
Su operación puede parecer complicada en el tablero político, pero en Cs han aprendido que si luchan por la derecha, hay otros dos partidos que siempre les ganarán. Solo les vale volver a ganarse al electorado anticatalán. Y ese esfuerzo por regresar a la tierra de origen ya tiene algún rédito: es el único de los cinco partidos que sube, según el barómetro del CIS. Siguen siendo quintos, pero ya pisan los talones, con un 10,5%, a Unidas Podemos (11,5%) y a Vox (11,3%).
Aunque se conoce que el CIS es una veleta, a nadie se le escpa ya que Ines Arrimadas es una vela de las más grandes. Aún se recuerda en el programa Salvados preguntada por el gran españolista Évole sobre un posible salto al Congreso, cuando expresó que tenía «tanto trabajo en Catalunya» que lo que le gustaría es «ser presidenta de la Generalitat y que Albert Rivera sea el presidente del Gobierno de España«. Paripé, ya se ha visto, para lo único que el IBEX-35 puso en marcha a Ciudadanos fue para destruir a Catalunya.
