Ha llegado la hora de plantarnos. Hemos de aparcar diferencias y liderazgos. No es momento de decidir quién. Pero sí de decidir qué. Porque el peligro se cierne sobre todos. En esta hora no podemos ser tibios: no repitamos la indiferencia cobarde de la Alemania que dio el poder al nazismo. El poder que se está dando en estos momentos al partido de Abascal en Andalucía, sin reparar en las consecuencias. Un grupo de neo-nazis dan una paliza a un joven, después de violar su domicilio, por poner una bandera republicana en su ventana. Casi al mismo tiempo pintan una svástica en la frente a la estatua de Lorca. Y todavía se desconoce acción judicial alguna. Muy al contrario, la Junta encarga al partido de ultraderecha la presidencia de la Comisión de Reconstrucción de Andalucía.
¿Qué reconstrucción? ¿Qué es reconstrucción? Se faculta a los principales y más furibundos enemigos de Andalucía establecer cambios y leyes para destruir lo que quede y hundirla más, mientras haya profundidad dónde ahogarla.
Llamamos a todos los andalucistas, a todos los andaluces con sentimiento progresista, a alzar la voz de forma conjunta contra la masacre que se prepara. Quienes quieran mantenerse a la expectativa, tal vez pesando que “no son tan malos”, “hay que ver qué hacen”, pueden dejarse anular, pero que recuerden que el nazismo no da ninguna oportunidad. Ni una. El nazismo va por el poder total sin importarle abusos ni crímenes. Tened en cuenta que sólo el calificativo de “exagerado” o “exaltado” a estas líneas, puede ser culpable de un auge que no respetará ni a quienes ahora les defiendan, por voluntad o por pasividad. Quienes puedan pensar que “estos” no son “aquellos”, por favor: que vuelvan la vista a 1933. No permitamos que la historia se repita.
Como entonces, no tenemos a nuestro lado a los medios de comunicación. Más motivo para que nos organicemos. Es necesario salir a la calle de forma virtual y física. Debemos lanzar manifiestos, cartas, protestas, denuncias, siempre dentro de la legalidad y como movimiento pacífico e independiente. Por una vez vamos a olvidar nuestras particulares fobias personales. Vamos a ser conscientes de lo que nos jugamos y de que nos une mucho más de lo que nos separa. Dejemos a un lado liderazgos, que no por eso se debilitarán las organizaciones respectivas, sino que las reforzarán, porque saldrán reforzados Andalucía y el andalucismo. No es momento de destacar de entre los demás, sino de ir unidos por la Justicia, la Libertad, la Paz, y el progreso de nuestra Nación andaluza, en vecindad con todas las naciones capaces de asumir presupuestos similares.
Luchar juntos contra el nazismo no nos va a dividir, no puede ni debe situar a unas personas ú organizaciones ni debajo ni detrás de otras. Pero todos somos necesarios, más: todos somos imprescindibles en esta lucha por nuestra Patria.