The New York Times, el prestigioso diario estadounidense publica en su edición en español un durísimo artículo en contra del partido de ultraderecha Vox. Todo ello a raíz de las marchas convocadas por el partido de Santiago Abascal en contra del Gobierno el pasado fin de semana.
El autor, Diego Fonseca, dice que las imágenes que ha dejado esa y otras protestas similares, como las del Barrio de Salamanca de Madrid, retratan “de cuerpo entero a la peor derecha española desde el retorno de la democracia, la más banal y peligrosa”.
“La ultraderecha ha salido a las calles de España, uno de los países más afectados por la pandemia, a reclamar libertad sobre los cadáveres de miles de muertos por el virus, y ha advertido que este es solo el inicio. Es mejor prestar atención; a menudo consiguen más de lo que se espera”, advierte Fonseca.
En este sentido, el escritor recuerda que España se tomó en el pasado “en sorna” el “discurso alucinado de Vox” porque pensaba que estaba inmunizada contra el populismo de derecha. Y admite que Pedro Sánchez falló en el manejo de la crisis del coronavirus y reconoce que, como otros líderes europeos, “subestimó el impacto de la pandemia y reaccionó tarde”. “Pero no ha respondido con cinismo ni tiene un plan autoritario de control social” [al estilo de El Salvador], subraya.
El NYT incide en que cuando esas protestas, que califica de “aceptables aun siendo insolidarias”, son “promovidas, copadas o cooptadas por una organización política con vocación de poder”, lo que ocurre es que la protesta es “un acto de oportunismo radical”.
“La activación de la protesta por la derecha opera sobre los miedos, deseos y necesidades de una población asustada por un virus sin vacuna ni tratamiento efectivo que ha matado en el mundo a cerca de 400.000 personas”, critica a la vez que subraya que los líderes de Vox actúan “sobre el hartazgo del encierro y el apuro de no perder más ahorros, trabajos o tiempo”.
El autor reitera que Vox “encubre sus intereses reales bajo demandas razonables”. “La derecha española hoy propagandiza que su país está en manos de comunistas y chavistas. En el colmo de la alucinación, suponen el confinamiento pandémico como un arresto domiciliario en un gulag sanitarista”, prosigue.
Fonseca advierte de que esta nueva derecha es “antipolítica y ama atacar desde los márgenes”. Por eso, explica, “se presenta como víctima de persecuciones y opresión y la defensora de los derechos más privados de las personas”. Además, el autor evidencia que apelar a un discurso libertario en medio de una pandemia “es un ataque al bienestar común”.
El escritor va más allá en su análisis y afirma que Vox apuesta por el incendio porque su discurso nunca es construir y no corrige a Sánchez para mejorar, sino que su plan es derruir su gobierno hasta hacerlo caer “y recuperar una normalidad de privilegios de casta”.
Fonseca termina como bien argumenta, El HuffPost, con un mensaje al PP, puesto que avisa de que “la derecha institucionalista haría bien en distanciarse de Vox y sus provocaciones”. “Ante el fuego, la demanda es contribuir a apagarlo, no echar combustible para ver todo arder”, zanja.