El modo que tiene España de dar utilidad a unas Fuerzas Armadas o de blanquear su existencia en democracia es simplemte absurdo y desfasado. El Ministerio de Defensa abre las puertas a mantener activas sus capacidades militares en la lucha contra la crisis sanitaria más allá del estado de alarma, momento en que se pondrá punto y final a la absurda Operación Balmis, como ya informamos.
Asi con el nuevo escenario permitirá que las Fuerzas Armadas colaboren con las administraciones que se lo soliciten, aunque habrá que recurrir a mecanismos tradicionales de petición de ayuda toda vez que el mando único quedará disuelto.
Defensa sigue desarrollando sus planes de militarizar el Estado, sino no se entendería esta decisión. La convocatoria de algunos reservistas sanitarios hasta el próximo otoño es prueba de ello. Sin embargo, el grueso del despliegue tenía una fecha de caducidad; y esa era el próximo 21 de junio, coincidiendo con el fin del estado de alarma.
Ahora, el departamento que dirige Margarita Robles abre las puertas a mantener activos algunos despliegues más allá de esa fecha, sin motivo o necesidad alguna. En concreto, las Fuerzas Armadas atenderán las peticiones que les planteen desde diferentes administraciones a las que les apetezca la presencia militar en sus territorios. Inaudito.