El Parlamento escocés ha pedido hoy la suspensión inmediata de las exportaciones de material antidisturbios a Estados Unidos. Concretamente se ha referido a gases lacrimógenos y a balas de goma, a la luz de la respuesta de la policía a las continuas protestas por «Black Lives Matter».
La moción ha sido aprobada por 52 votos a favor, ningún voto en contra y 11 abstenciones. En el texto el Parlamento se solidariza con el movimiento «Black Lives Matter» y considera que el gobierno de Reino Unido debe suspender inmediatamente todas las licencias de exportación de gas lacrimógeno, balas de goma y antidisturbios a los Estados Unidos.
La propuesta nace del diputado Patrick Harvie, quien afirmó que se trata de «armas de opresión» que cuentan con la licencia de exportación activa hasta el momento del Gobierno de Reino Unido, y han sido utilizadas de manera racista para atacar a las comunidades marginadas en Norteamérica. Tras la votación, el diputado ha señalado que «en las semanas posteriores al brutal asesinato de Geroge Floyd, elmundo ha estado observando la brutalidad policial sistemáticamente racista y también el comportamiento político sistemáticamente racista de Estados Unidos, que se sustenta en la desigualdad». En este sentido, ha afirmado que «el movimiento Black Lives Matter ha sido inspirador y necesita ser escuchado en todo el mundo: ese racismo también existe en este país».
Se ha mostrado «encantado de que hoy el Parlamento escocés haya acordado una enmienda verde en un debate antirracista que pide el establecimiento de un Museo de la Esclavitud para poner luz sobre las sombrías conexiones del pasado de este país con la esclavitud y con la desigualdad, que todavía se perpetúa a día de hoy».