Jamas desde el régimen monárquico del 78, la monarquía de los Borbones había estado tan baja en su aceptación. Llega a tal extremo que por miedo al fracaso, no hay encuestas del CIS sobre la monarquía desde 2015, y por tanto, es imposible tener datos contrastados sobre el grado de aceptación de la corona española. El temor por los continuos escándalos, preocupan hasta ese extremo en la Casa del Rey.
No es solo después de conocerse que el anterior jefe del Estado, Juan Carlos I, tenía una cuenta en Suiza y que cobró comisiones por la adjudicación del AVE a la Meca, es mucho más que eso. La corrupción y el rechazo viene ya por demasiados frentes. Además, La Zarzuela ha perdido la utilidad que le vendieron a la ciudadanía en el post franquismo, hoy en día ya no hay tantos ‘vasallos’ ignorantes. Pocos se creen ya a una institución anacrónica, e incluso sin el glamour de otras épocas.
Entre la ciudadanía Felipe VI no tiene la socarronería de su padre el ahora rey emérito. La reina consorte no es la reina Sofia. Y las Infantas están maldecidas con sus respectivas parejas, separadas o encarceladas. Por algo será que no hay forma de medir por esa vía el grado de aceptación de la Corona y el nivel de popularidad del actual rey, Felipe VI. No es posible evaluar cuánto le puede afectar a la institución la investigación al rey emérito abierta por la Fiscalía, en plena crisis sanitaria e iniciando una crisis económica y social imprevisible, con consecuencias en las instituciones del Estado.
«En la anterior crisis económica todas las instituciones políticas y también la Corona salieron dañadas, aunque es verdad, que era con el anterior Rey. Pero las crisis económicas suelen desembocar en crisis institucionales si no se gestionan bien y también significa que la ciudadanía considere que no son ellos únicamente quienes están pagando la crisis», asegura Juan Pablo Ferrandiz, investigador principal de Metroscopia.
Los políticos dicen basta a los atropellos de la Monarquía
Basta con el dato de que más de 70 diputados, algo más del 20% del Congreso, han firmado peticiones para que el Parlamento investigue la actuación del anterior Rey y, por tanto, están dispuestos a exigir responsabilidades a la persona que ha encarnado la institución durante 39 años. Coincide además, que esos partidos en este momento cuestionan abiertamente la Monarquía y además uno de ellos, Unidas Podemos, forma parte del Gobierno, lo que también debilita su apoyo institucional
Los partidos que han firmado esa petición son ERC, Junts per Catalunya, la CUP, PNV, BNG, Mas País, Compromís y EH Bildu. Unidas Podemos ha presentado la suya propia. En un cálculo aproximado, unos seis millones de votantes de un total de 24 millones de electores, votaron en las últimas elecciones generales de noviembre de 2019 a esos partidos no monárquicos. Es obvio, que puede haber votantes de esos partidos que discrepen de ese punto concreto, pero el dato sirve para medir el apoyo institucional que sus representantes pueden dar a la monarquía.
Muestra un divorcio entre monarquía y Parlamento o monarquía y partidos más pronunciado que nunca y que se manifestó en el debate de investidura de Pedro Sánchez el pasado mes de enero, cuando de forma insólita tres líderes (Pablo Casado, Santiago Abascal e Inés Arrimadas) incluyeron en sus discursos referencias elogiosas al Rey, como claro apoyo de blanqueo, mientras que otras formaciones hicieron lo contrario y una parte del hemiciclo vitoreó al monarca, como nunca había ocurrido en la historia constitucional. Mala señal.
Al Rey hasta entonces nunca se le discutió (ni se le defendió) desde la tribuna del Congreso, con alguna excepción de grupos muy minoritarios. La iniciativa de investigación se estrellará también en la Mesa del Congreso, esta vez con los votos de PSOE, PP y Vox, pero no será unánime porque dos miembros del órgano de Gobierno de la Cámara, que pertenecen a Unidas Podemos, la apoyarán para que llegue al Pleno. La corona está en lo más bajo cuanto a soportes ciudadanos y políticos. Y no acaba más que empezar al investigación de la misma.