Jon Iñarritu García, abogado, ex senador y elegido diputado del Congreso por EH Bildu (Euskal Herria Bildu) en las elecciones de 2019, nos tiene acostumbrados a una expresión oral mordaz, irónica y directa. Sea en una comisión de investigación, sea en su cuenta de Twitter, o donde sea. Lo podemos disfrutar en esta entrevista desde La República en catalán, o con esta traducción íntegra…
Jon Iñarritu es uno de los políticos vascos que más tirón tiene en Catalunya. Actualmente es diputado en el Congreso representando la coalición Euskal Herria Bildu, la izquierda soberanista del País Vasco. Sus intervenciones, al principio el Senado y ahora en la Cámara Baja española, contundentes y argumentadas contra el unionismo le han dado mucha visibilidad en el Principado catalán.
También es uno de los hombres fuertes del partido, que mantiene más relaciones con los políticos y entidades de Catalunya para buscar sinergias y compartir estrategias. Se licenció en Derecho en la Universidad del País Vasco y cursó el máster en Derecho Europeo e Internacional en la Universidad Pierre-Mendès-France de Grenoble.
En Catalunya nos va muy bien que la gente de fuera con una visión objetiva nos diga cómo nos ve ¿Cómo se encuentra el Procés?
Yo siempre digo que no vengo a Catalunya a hablar de los «asuntos internos» pero es obvio que ahora hay una situación de debate. Nosotros decimos que el independentismo siempre hace cosas grandes cuanto más alto sea el grado de unión y la búsqueda de un mínimo común denominador.
Ahora no hay demasiada unidad independentista en Catalunya…
Ahora hay debate y yo espero que después se dé un mínimo común denominador que es cuando el independentismo hace cosas grandes. También lo digo en referencia con la unión con el independentismo vasco o de otras naciones del Estado. Un ejemplo es el pacto de la Llotja de Mar que se firmó hace unos meses y que tiene un potencial importante: poner en común lo que tenemos las fuerzas de países diferentes. De esta manera, unidos, podemos influir más y hacer cosas más ambiciosas.
¿La pandèmia ha modificado algo en la hoja de ruta independentista vasco y catalán?
Veo que hay cambios y que, repito, es un momento de debate y nos lo tenemos que tomar como un periodo de oportunidades. En nuestro caso, la izquierda soberanista vasca, haremos un planteamiento con estas nuevas circunstancias para definir cuál es la oferta para la sociedad vasca y conseguir que tenga un apoyo mayoritario.
¡El independentismo tiene que adaptarse a la nueva normalidad…!
El filósofo vasco Daniel Innerarity dice que «se han terminado los tipos de certezas». Resumidamente, ahora vemos con normalidad el tema de llevar mascarillas o gel alcohólico, la distancia de seguridad… algo que hace unos meses nos habría parecido kafkiano.
En el ámbito de nuestras naciones, pues, ¿cómo nos afecta?
Respecto al momento político, se han dado unas circunstancias que afectan no sólo Catalunya o el País Vasco. Nosotros estamos en un contexto electoral y en Catalunya, en un plazo no muy lejano, también. Además, vemos una situación en Europa donde hay un plan de recuperación importante, pero con posiciones diferentes entre los Estados. Y también hay una guerra fría comercial entre EEUU y China, dos grandes potencias mundiales… Todo ello genera una situación de inestabilidad global. Pero, además, aquí tenemos que sumar que en España hay un Gobierno erigido con una debilidad plausible y con una parte de un Estado que está haciendo una guerra contra el Ejecutivo…
¡El Deep State!
Exacto, lo hemos visto recientemente con el caso del 8-M, pero no sólo, como han salido a la luz las cloacas del Estado: una guerra sucia que muchas otras veces pasaba de manera no visible, pero han sacado la patita.
¡Ahora ya no sólo hacen informes sobre independentistas o anarquistas!
Ciertamente: ahora lo hacen también sobre el Gobierno.
¿Puede que la crisis económica que ahora vendrá aumente el porcentaje independentista de la ciudadanía?
Los partidos independentistas deberíamos presentar cuáles son las medidas que planteamos sobre esta situación. Nosotros lo hacemos continuamente: esta misma semana nuestra portavoz, Mertxe Aizpurua, le preguntaba al presidente Pedro Sánchez: ¿»está usted comprometido a no hacer recortes?». Recordemos que en 2008 fueron las clases trabajadoras y populares las que pagaron la crisis. En esta ocasión pedimos que este Gobierno «más progresista y social» no aplique las recetas que puedan venir de Europa en este sentido.
¿Y los fondos que vengan de Europa?
El estado será uno de los miembros de la UE que más dinero recibirá, pero tenemos miedo de que haya una contrapartida y que sea en forma de recortes sociales. Y eso sería injusto. Por este motivo, antes de esperar, queremos ser nosotros los que proponemos medidas.
¿Y explicar a la gente que una Catalunya independiente o una Euskal Herria independiente combatiría mejor la crisis?
Hay un libro muy interesante que deja bien claro este tema. Está escrito por dos profesores de la Universidad de Columbia, en Nueva York, Alberto Alesina y Enrico Spolaore, y explica las ventajas que tiene un Estado, si es pequeño, porque es capaz de responder de manera más rápida a diferentes situaciones. Ser pequeño también lo dota de mayor flexibilidad para adaptarse a los nuevos tiempos. Creo que es así y además es una argumentación académica sustentada con datos.
¿Y habríamos tenido menos muertos?
Es un poco atrevido y no lo podremos probar. Yo no soy científico ni tengo los datos para hacer una afirmación así, que creo que es peligrosa de hacer. Pero en un contexto general creo que es cierto: que en este mundo global los Estados de pequeño tamaño han respondido de manera más ágil y más rápida la crisis de la pandemia.
Antes has comentado que este Gobierno de PSOE y Podemos se ha tildado de «el más progresista de la historia». ¿Te esperabas este deje recentralizador usando la pandemia?
La figura del Estado de Alarma nosotros no compartido ni en el fondo ni en la forma. Dicho esto, se debe aclarar que ha habido medidas sociales unidas al real decreto, como la gestión de los ERTEs, en nuestra línea: la de blindar socialmente la clase trabajadora frente a esta crisis sanitaria, pero hacemos una crítica que, por un lado, ha habido una centralización, como tú dices, y, por otro, una militarización de las calles. ¡Esto es intolerable! Y además, todo ello mientras ellos hablaban de descentralización y de co-gobernanza.
¡Uniformados a las ruedas de prensa!
El servicio militar debe darse cuando hay una solicitud de las administraciones locales o autonómicas. En algunas ocasiones ha habido más un tema de «publicidad» que de «necesidad» y eso en el país Vasco lo hemos vivido así. Además, no es de sentido común que estos que afirman que España es uno de los Estados más descentralizados de Europa, ante la crisis, justamente haya recentralizado de esta manera.
¡La coartada perfecta…!
La profesora de la Universidad de Compostela Alba Nogueira, dice que «la autonomía y el autogobierno serán los tiempos buenos y los malos». Hay un artículo de El País que comparaba la gestión de la crisis entre uno de los Estados más descentralizados de Europa, Alemania y uno de los más centralistas, Francia. Los resultados eran que Alemania había sabido adaptarse mejor gracias a las políticas federales. En España, aunque lo niegue, sus medidas han sido más similares a las de Francia a pesar de tener una estructura más descentralizada. Siempre hay esa tentación: cuando hay una crisis, como fue la de Catalunya o la del coronavirus, recentralizar ello.
¿Y cómo valoras el papel de Podemos al Gobierno?
Nosotros siempre hemos dicho que este Gobierno no es el de nuestros sueños y, es más, no nos fiamos ni un pelo, ya que nos conocemos bien al PSOE, pero era, de todo lo que había, el mejor del peor mal. La alternativa era un Gobierno con la extrema derecha.
Pero… ¿»cuanto peor, mejor», no?
Yo no lo comparto. Para hacer frente al fascismo se abría una ventana de oportunidad que iremos viendo, medida a medida. Decidiremos, según el que se plantee, un soporte o no. Cuando se anuncian cosas que pueden ser interesantes (muchos casos no llegan al nivel de suficiencia que quisiéramos) lo valoraremos. En otras propuestas compartimos lo que se podría hacer y, en otros casos, vemos que hacen lo mismo que el PP.
¿Cómo qué?
La «Ley Mordaza», por ejemplo. Con esta crisis ha habido un millón de sanciones amparándose en esta ley. En tres meses la han aplicado más que el PP en 4 años. Por eso no nos fiamos. Aun así, creemos que todavía se pueden hacer cosas. Con Unidas Podemos tenemos más confianza, es evidente.
Los han apartado de la gestión de la pandemia…
Es que esta recentralización en el ámbito estatal también lo han hecho dentro del Gobierno. Las ruedas de prensa con más uniformados que médicos y casi todos los representantes políticos del PSOE.
Y cuando vengan los Presupuestos Generales del Estado, ¿qué pasará?
Estamos dispuestos a hablar y analizaremos la propuesta. En función de cómo sea tomaremos una decisión u otra. ¡Si vienen recortes en asuntos sociales, ni que lo sueñen! ¡Imposible votar a favor!
¿Aunque prometan el oro y el moro en el país vasco?
No! No se trata de ganar un euro para que la sociedad pierda muchos en recortes. Es tiempo de riesgos y deben blindar los sectores más vulnerables. Si vienen recortes, un ‘No’ seguro.
¿Y qué crees que saldrá de la investigación de la Fiscalía al rey emérito? ¿Es una decisión de cara a la galería y quedará en nada?
Mi sensación es que hay más humo que realidad. También creo que es un gran paso porque hay un tabú con la monarquía española. Hagan lo que hagan, está protegida por el poder judicial y mediático y, por tanto, me parece un paso atrevido. Ahora bien, no sé si es por la presión de la justicia suiza o si hay valentía de verdad. Lo veremos si piden que vaya a declarar Corina Larsen, por ejemplo. Ella misma explicó en un reportaje de la televisión vasca que ha recibido presiones y amenazas y que la Casa Real no ha hecho nada. ¿Podría haber complicidad de todo esto con el rey actual? Todo esto debería aclarar por un ejercicio de transparencia.
¿Y no es un intento para intentar limpiar la imagen del Estado y del actual rey?
Hay dos operaciones en marcha: una es sacrificar el rey emérito y el otro, con una campaña de imagen, vender Felipe VI como ejemplo de jefe de Estado. Recordemos que el comunicado que hizo la Casa Real retirándole la asignación económica a Juan Carlos I se hizo un domingo por la tarde del primer día del Estado de alarma y en pleno choque del inicio de la pandemia . Pero aquí, el jefe de Estado venía a decir que ya sabía con anterioridad lo que estaba pasando. Era una bomba de humo: que renunciaba a una hipotética herencia, pero era una declaración de voluntades porque todavía no hay ninguna herencia. Cuando hizo el discurso, todos pensaban que hablaría de este tema y en realidad hizo un discurso de dar ánimos a la ciudadana para hacer frente a la pandemia.
¡Nada que hacer…!
La monarquía está blindada por el Régimen del 78, pero tengo la sensación de que cada vez en más lugares del Estado, aparte de Catalunya y Euskadi, hay más gente que se pregunta ¿»para qué sirve un rey?». El mito del rey campechano que llevó la democracia se está desmontando y cada vez más gente quiere saber más y poder escoger qué jefe de Estado quiere tener.
¿Qué piensas del Institut Sobiranies, un nuevo ‘think tank‘ para repensar el catalanismo de izquierdas?
Yo creo que toda institución u organismo que surja para generar debate es positivo. En este caso, hay gente referencial de la izquierda soberanista. El debate enriquece y en una sociedad como la catalana (donde hay Malalt de debat), es bueno y aportará cosas en positivo. La confrontación nos hace pensar y ser más grandes.
¿Y qué piensas del nuevo PNV catalán, la aparición del Partido Nacionalista de Cataluña?
Será la sociedad catalana que decidirá qué papel le corresponde. Que esta corriente de opinión existe, es obvio, ahora será la ciudadanía que dirá qué grado de apoyo tienen estas ideas. Si empezando por el nombre, intentan copiar el PNV … Creo que los tiempos políticos que vivimos en Cataluña y el País Vasco son diferentes … Pero en fin, que la sociedad catalana decida.
¿Bildu mantiene contactos regulares con Waterloo?
Sí, una de las cosas que hemos hecho evidente es que el soberanismo de izquierdas vasco que representamos tiene relaciones con todas las formaciones independentistas catalanas, y eso es bueno y positivo. Mantenemos contactos con todas y tenemos una conexión directa con todos los partidos y entidades catalanas. No sólo a las instituciones donde compartimos tribuna, como el Parlamento Europeo, al Senado o al Congreso, sino también a escala orgánica con partidos y formaciones.
¿Y también has ido a ver los presos políticos?
Sí. He estado en Lledoners y he estado con todos los presos. Y también en la cárcel de Figueres. Acompañé los presos durante el juicio. He ido a Waterloo y tengo previsto ir a Suiza.
El 12 de julio habrá elecciones en el País Vasco… ¿cómo ves los resultados de Bildu?
En todas las encuestas sale que nuestro espacio salimos reforzados.
¿A costa del PNV?
Las encuestas también les dan buenos resultados. Si nosotros crecemos es a partir de la disminución de la abstención y traspaso de votos también de Unidas Podemos. Nosotros tenemos un proyecto para nuestro país y estamos confiados en tener un buen resultado. Hubiéramos preferido hacer las elecciones más adelante pero el Lehendakari Urkullu lo decidió de manera unilateral.
No será fortuito … ¿quizás los cálculos electorales les son más favorables ahora…?
Hay una concepción que el PNV es un buen gestor, pero están surgiendo hechos puntuales de corrupción, la gestión de la pandemia o del caso de la recogida de Zaldíbar, donde hay dos cuerpos aún desaparecidos. También hechos de futuro, como el cambio climático, que están desmontando este mito.
Para terminar, ¡un mensaje positivo para la sociedad catalana que anhela la libertad y la República Catalana…!
Tiene una sociedad increíble, con todas las capacidades, preparada y que será lo que ella quiera ser a pesar de todos los obstáculos. Cuando vais de la mano y trabajáis de manera conjunta hacéis cosas muy grandes. Para todos aquellos que tengan un mal día, que miren las encuestas del CEO y mirad los deseos de la sociedad catalana. Fíjese en la gente joven, que más del 80% de su juventud se siente independentista, independientemente de donde sean sus padres. Las nuevas generaciones de catalanes tienen claro un proyecto para este país y este es la República. Haciendo las cosas medianamente bien y a la catalana, el futuro de este país está decidido. ¡Menos flagelarse y mirar con esperanza el futuro que hay muchas oportunidades!