Los continuos escándalos del emérito Borbón Juan Carlos, I han causado el caos en las instituciones españolas, que han comenzado una estrategia a la desesperada para intentar rescatar el actual monarca, Felipe VI, los trapos sucios que rodean su padre. El Palacio de la Zarzuela y la Moncloa se encuentran en una situación delicada tras recibir informaciones casi diarias sobre las corruptelas millonarias de Juan Carlos I en paraísos fiscales y denuncias como la de su amante Corinna. Si su protector y mentor, el dictador Francisco Franco levantara la cabeza, vería que la monarquía no es la solución.
En estos momentos parece que ni la gira del «Blanqueo Tour» sea suficiente para que la imagen de la Casa del Rey salga a flote. Fuentes cercanas al máximo nivel ejecutivo han avanzado en El Confidencial que la Casa Real y el Gobierno han comenzado a estudiar posibles salidas a la situación casi insostenible, al margen de las investigaciones que está llevando a cabo Fiscalía Anticorrupción, a parte de la Justicia suiza, o la denuncia que hay interpuesta en el Reino Unido, que son quienes realmente se toman en serio el caso. Y el propio presidente español Sánchez tilda las revelaciones sobre la fortuna del rey emérito de «inquietantes» y «perturbadoras».
Pero la gravedad de los hechos ha llegado a tal punto, que la línea que debería marcado el Gobierno es que el monarca abandone la Zarzuela o incluso que se exilie en forma de exilio del país. Las dos instituciones están de acuerdo en que el anterior jefe del estado español se aleje lo máximo posible de la actual monarca, el cual también está manchado por las informaciones que van saliendo día a día. «No se puede dañar al rey Felipe, así que el emérito debe cooperar», indican fuentes de primer nivel del Ejecutivo, que no esconden su preocupación.
Por su parte, ha quedado demostrado el fervoroso deseo de Pedro Sánchez para mantener el estado monárquico, alejándose de la ideología que planteaba el Gobierno «más progresista de la historia»: «La misma Casa Real está marcando distancias ante estas informaciones inquietante, perturbadoras, y esto es algo que agradezco «, soltó este miércoles. La intención de seguir con un régimen monárquico más duro y represor con Felipe VI, hace pensar a más de uno. En cualquier caso la corona se ha convertido en un problema para todos.