Pedro Sánchez más constitucionalista que la derecha y fiel representante del régimen del 78, quiere ahora finiquitar el legado del rey emérito. El juancarlismo que durante tanto tiempo vinculó al PSOE y la monarquía es historia. El presidente del Gobierno ha escogido los adjetivos con los que quería referirse al caso que afecta a Juan Carlos I en una respuesta muy preparada. No se ha escudado en la investigación judicial para evitar una valoración y ha calificado las revelaciones sobre la fortuna del emérito de «inquietantes» y «perturbadoras».
Ante la presión alrededor de todo el Estado sobre los graves caso de corrupción del emérito, y la impunidad que recae sobre él, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha planteado este miércoles la opción de acometer un cambio constitucional para limitar la inviolabilidad del actual jefe de Estado, Felipe VI. «Yo creo que claramente es uno de los preceptos sobre el que todos deberíamos reflexionar y ver qué solución le damos.
Evidentemente, la Constitución española tiene que evolucionar conforme a las exigencias de ejemplaridad y conducta política de las sociedades», ha señalado Sánchez al respecto en una entrevista concedida a eldiario.es e Infolibre. Pero Sánchez ve peligrar a la Casa Real como órgano institucional de donde emana el Jefe del Estado español. Aunque ha descartado que Felipe VI se juegue su futuro en función de la respuesta que Zarzuela tenga respecto a estas informaciones, está intranquilo, «Dejemos trabajar a la justicia», ha zanjado.
Para explicar su posición, el presidente ha justificado que se muestra partidario de una «reforma de la Constitución para revisar los aforamientos de los cargos públicos para que estén circunscritos a su actividad parlamentaria y no a otra». Y esto, ha señalado en la entrevista, atañe también al «jefe del Estado». Lo que resulta ya bochornoso es que para intentar paliar las corruptelas de la monarquía se hable de modificar la carta magna, mientras que para la justa convivencia de su ciudadanía solo la represión y la justicia politizada sea la solución. En cualquier caso nadie se cree que se le vaya a quitar la inviolabilidad a Felipe VI. Esto es simple blanqueo.