El grupo se ha puesto el nombre de «Millonarios por la Humanidad». Y en el documento se encuentran firmas como la de Abigail Disney (sobrina y heredera de Walt Dinsey), Jerry Greenfield (cofundador de Ben&Jerry), Morris Pearl (ex director gerente de BalckRock).
Han creado una página web, donde puede leerse su manifiesto. En él señalan que «a medida que COVID-19 ataca almundo, millonarios como nosotros tenemos un papel fundamental que desempeñar en la cura de nuestro planeta. No, no somos nosotros los que cuidamos a los enfermos en las salas de UCI. No estamos conduciendo las ambulancias que llevarán a los enfermos a los hospitales. No estamos reabasteciendo los estantes de las tiendas de comida ni entregando alimentos de puerta en puerta. Pero tenemos dinero, mucho. Dinero que se necesita desesperadamente ahora, y que seguirá siendo necesario en los próximos años, a medida que el mundo se recupere de esta crisis».
Así comienza su llamamiento, para continuar diciendo que «hoy, nosotros, los millonarios abajo firmantes, pedimos a nuestros gobiernos que aumenten los impuestos a personas como nosotros. Inmediatamente. Sustancialmente. Permanentemente.»
Claro y contundente mensaje. Explican que «el impacto de esta crisis durará décadas. Podría empujar a 500 millones de personas más a la pobreza. Cientos de millones de personas perderán sus empleos a medida que cierren las empresas, algunas de manera permanente. Ya hay casi mil millones de niños sin escolarizar, muchos de ellos sin acceso a los recursos que necesitan para continuar su aprendizaje. Y, por supuesto, la ausencia de camas en hospitales, máscaras protectoras y ventiladores suponen un doloroso recordatorio diario de la inversión inadecuada realizada en los sistemas de salud pública en todo el mundo».
Ante todo esto, consideran que la situación no puede resolverse mediante caridad, sino que los líderes gubernamentales deben asumir la responsabilidad de recaudar los fondos que necesitamos, señalan, y gastarlos de manera justa. «Podemos asegurarnos de financiar adecuadamente nuestros sistemas de salud, escuelas y seguridad a través de un aumento permanente de impuestos a las personas más ricas del planeta, personas como nosotros».
Así reivindican las condiciones y la situación en la que se ven los trabajadores en primera línea ante esta batalla global, donde apuntan especialmente a la situación de las mujeres, que son el 70% en estas circunstancias.
«Nuestra interconexión nunca ha sido más clara. Debemos reequilibrar nuestro mundo antes de que sea demasiado tarde. No habrá otra oportunidad para hacerlo bien». Afirman.
Terminan pidiendo en su manifiesto que les suban los impuestos. Porque es «la única opción». «La humanidad es más importante que nuestro dinero» afirman.