En la madrugada del 10 de agosto de 1936, los fascistas criminales sin escrúpulos morales alguno, asesinaban de forma, de la única forma que saben los cobardes, a Blas Infante, Padre de la Patria Andaluza, y fundador de la moderna Andalucía. Pocos días después, ocho días para ser más exactos, esos mismos animales desalmados pero armados fascistas, asesinaban a otro andaluz universal, nos robaban a Federico García Lorca.
No fue casualidad. Sabían lo que hacían. Asesinando a Blas Infante y a Federico García Lorca, mataban el alma de Andalucía, desalmaban al pueblo andaluz en un doble genocidio, cultural y humano, a base de instaurar el estado del terror, la opresión y el miedo a mostrar la propia identidad del pueblo andaluz. ADN desalmado que lleva la derecha españolista pegada a su sangre sin que haya cura ni vacuna contra tanta maldad. Hoy muchas décadas después, esa misma derecha de ADN malformado por el totalitarismo y el odio, vuelve a intentar asesinar de nuevo a Blas Infante, y con él, secuestrar, otra vez más, el alma de Andalucía, de los andaluces y andaluzas.
El Ayuntamiento de la preciosa ciudad de Ronda, de la que el Blas Infante estaba prendado, como buen malagueño que era, y es que, los malagueños adoramos Ronda, con la escusa de realizar unas precisas obras en la Plaza del Socorro, donde se encuentra el Casino de Ronda, en el que se celebro en 1918 la determinante “Asamblea de Ronda” traslado la imagen de Blas Infante a unos almacenes para su custodia mientras duraran las obras.
En dicha “Asamblea de Ronda” que trascurrió entre los días del 12 y el 14 de enero, se pusieron las bases del andalucismo como medio para dotar a Andalucía de un mayor peso y reconocimiento en el Estado español. Además, se recuperaba nuestra bandera verde y blanca, escudo y actual himno, aunque modificado por el españolismo en la mal llamada transición democrática. Ronda pasaba a la historia de la nueva Andalucía junto a su casino. Las obras en la Plaza de Socorro de Ronda terminaron, pero a figura de Blas Infante sigue acumulando polvo en los almacenes municipales.
No hay ningún interés en devolver a Blas Infante al lugar donde le corresponde, que no es otro que presidiendo la Plaza junto al histórico Casino. Intentan con ello, lo mismo que en la madrugada del 10 de agosto de 1936, asesinar y desalmar a Andalucía. No lo conseguirán, porque la semilla que planto Blas Infante creció y crece, a pesar de 40 años de criminal franquismo, y otros 40 años de infame gobierno del PSOE, el andalucismo vive y renace con fuerza.
La alcaldesa de Ronda vuelve a coger un arma en las manos, el arma de desalmar, y vuelve a apuntar y dispara al corazón de Andalucía, de los andaluces y andaluzas. Intenta de nuevo ocultar nuestra memoria colectiva, nuestra cultura andaluza, nuestra propia existencia. No lo conseguirá. Andalucía es mucho más grande que usted, alcaldesa. Andalucía es más universal de lo que piensa. El pueblo de andaluz no le perdonará jamás esta infamia, el pueblo de Ronda mucho menos, y espero de verdad, que, en las próximas elecciones, el pueblo rondeño, coja la única arma con alma legítima y la fusile a usted en las urnas democráticas, la destituya de ese cargo que la va grande, y la envié a su casa a acumular vergüenzas sobre su consciencia si es que la tiene.
Esta usted a tiempo de rectificar, de demostrar un mínimo de inteligencia política y de moral ciudadana. Reponga de forma inmediata la imagen de Blas Infante en la Plaza del Socorro, porque en caso contrario, será el próximo alcalde o alcaldesa andalucista que lo será, eso se lo juro en este momento, quien la reponga.
¡Viva Andalucía Libre!
Pedro Ignacio Altamirano
Coordinador Federal de Somos Andaluces. Partido Andaluz.
