Casi todo es economía. Por lo menos todo lo que importa, funciona mejor si esta es positiva. Sin ella, se rompen muchos ideales y sueños. En Gibraltar, y en los territorios colindantes, a parte de su valor estratégico por el estrecho, se están preparando para el Brexit ‘económico’ de alguna manera. Se están buscando ‘intereses compartidos’. No es mala señal para los sufridos “llanitos”, ni tampoco lo es para esos andaluces de la zona que tienen que cruzar la verja constantemente.
“Zona de prosperidad compartida”, le van a llamar, en español. Para los anglófonos o anglosajones, «Zona win-win”, en la que “todos ganemos”. Ambas definiciones salieron de la boca de la ministra de Asuntos Exteriores española, Arancha González Laya, el primer día de su visita al Campo de Gibraltar, en la reunión con el ministro principal de la Roca, Fabián Picardo, según indica el digital La Información.
Por encima de símbolos políticos, diplomáticos o soberanistas, está la economía. Sin duda. «Ahora falta concretar si esta zona especial vendrá con ventajas fiscales, regularizaciones laborales o incluso sociales en cuanto a pensiones, pero ya es bastante que se hable abiertamente», señala el portavoz de los trabajadores de CC.OO.
En estos momentos, la aduana en La Línea de la Concepción es de categoría 2 y eso conlleva, entre otras muchas limitaciones, un horario de inspección reducido. Eso hace que el tráfico de mercancías y productos básicos de consumo tenga que adaptarse con lo que eso supone de reducción lógica de posibilidades. Veremos como acaba la idea. Si prospera por el bien de los afectados, o se vuelve a la nefasta rivalidad colonial entre ambos reinos especialistas en la materia, el Reino Unido (que mueve los hilos) y el Reino de España.
