El juez Manuel García Castellón ha imputado como se esperaba a la amante del ahora rey emérito, Juan Carlos I, la empresaria alemana-danesa, Corinna Larsen, y la ha citado el 8 de septiembre, en la pieza donde investiga las grabaciones de las conversaciones que mantuvo con el ex comisario José Villarejo en las que ella hablaba de las cuentas del rey emérito en Suiza.
El magistrado de la Audiencia Nacional ha acordado la reapertura de esta pieza, denominada Carol y que es la número 5 del caso Villarejo, donde investiga esas supuestas grabaciones y también ha llamado a declarar como imputados al ex comisario José Villarejo, a su socio Rafael Redondo y al expresidente de Telefónica Juan Villalonga, según confirman a Efe fuentes jurídicas este lunes.
Además de esta investigación, la Fiscalía del Tribunal Supremo ha asumido la que dirigía Anticorrupción sobre el presunto cobro de comisiones para la adjudicación en 2011 del AVE a La Meca (Arabia Saudí) al comprobar que podría estar involucrado el rey emérito, que es aforado y cuya inviolabilidad hasta que dejó de ser rey en 2014 impide que se le pueda investigar.
La noticia de la imputación de la amante Corinna llega tras semanas especialmente convulsas dentro de la Casa Real por todo lo que ha ido apareciendo en los medios sobre las actividades de Juan Carlos I. Las revelaciones han ido erosionando la visión que tiene la sociedad sobre la institución y varios medios en Reino Unido ya se empiezan a cuestionar si estos escándalos terminaran con la monarquía en España.
Imagen internacional erosionada
Uno de los más rotundos es The Spectator, especialista en estos temas, que se pregunta seriamente en su artículo si Felipe VI será el último rey de España. El medio considera que la gestión del actual monarca está siendo la que puede, con innumerables blanqueos desde el Gobierno, pero que pronto “puede convertirse en la víctima de las muchas deficiencias de la dinastía y particularmente de la reputación en declive de su padre”.
Este rotativo recuerda que Felipe VI se convirtió en rey en un momento muy sensible para la institución. Juan Carlos I se había visto envuelto en la polémica por cazar elefantes en Botsuana, la infanta Cristina y su marido Iñaki Urdangarin estaban inmersos en el juicio por el caso Nóos y además había una grave crisis económica en el país que estaba provocando que la sociedad mirase con especial recelo a las autoridades.
En estos últimos tiempos, en los que parecía que el monarca había conseguido mejorar la reputación de la monarquía, ahora vuelve el legado de su padre “para perseguirlo”. Spectator señala que el contexto actual es especialmente sensible, ya que hay una crisis económica en ciernes por el coronavirus, en la que España se va a ver muy afectada.
Con la gente además enfadada por estos escándalos, es posible que la demanda popular de un referéndum sobre la monarquía sea irresistible. Tal y como señala el medio: “si cientos de miles de españoles pierden su trabajo, puede ser difícil para Felipe conservar el suyo”. Todo dependerá de lo que la justicia #MarcaEspaña ‘apriete’ a Corinna larsen para que cuente todo lo que sabe sobre las corruptelas de su amante. Lo de Suiza y lo del resto del planeta…