Más catalanofobia, más venganza, más represión, aunque sea pateando las leyes establecidas. La Fiscalía Provincial de Barcelona, que depende del Gobierno de Pedro Sánchez, ha recurrido este martes la clasificación del tercer grado de los presos políticos del 1-O ante el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria.
El tercer grado de cinco de los dirigentes independentistas encarcelados quedaba en suspenso después de que la Fiscalía haya recorrido esta mañana.
Horas después del recurso del ministerio público, el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya ha anunciado que suspendía el tercer grado a Oriol Junqueras, Raül Romeva, Joaquim Forn, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart.
Afecta directamente, y de momento, a Junqueras, Forcadell, Forn, Cuixart, Sánchez y Romeva, a la espera de que la fiscalía resuelva también los recursos de los consellers legítimos Rull, Turull y Bassa.
Tanto Junqueras como Rull dieron por hecho la consecución de la infamia democrática y que se iba a recurrir su tercer grado y dieron por sentado que volverían a la cárcel.
De hecho, el segundo fue más allá y aseguró que podían volver sin la aplicación de los beneficios penitenciarios del artículo 100.2 ahora que el Tribunal Supremo tendrá la última palabra. No deja de ser justicia politizada #MarcaEspaña en estado puro.
Oriol Junqueras: «Hoy volvemos a constatar que nos tienen mucho miedo y por eso nos quieren encerrados. Para incidir en la política y en la sociedad catalana. Nosotros sabemos que esto forma parte del camino. De la cárcel se sale, y saldremos para ganar y para llevar este país a la libertad.»
España huele a toga rancia y a izquierda cobarde.
Ni derecho ni vergüenza ni corazón. pic.twitter.com/XIEeaK2utV
— Gabriel Rufián (@gabrielrufian) July 28, 2020