Seguramente, si le preguntamos a cualquier persona cómo es un casino, aunque nunca haya visitado ninguno, tendrá la imagen de un edificio lujoso y distinguido en el que la gente se reúne en torno a mesas de juego o a la ruleta. Esta imagen tan popular han contribuido a extenderla el cine y la televisión, y la tenemos tan interiorizada que nunca nos paramos a pensar de dónde viene.
Lo cierto es que la historia de los casinos explica que siempre los asociemos al lujo, pues surgieron en Europa como clubes de las clases pudientes. En España, que siempre ha sido un país con gran afición por los juegos de azar, aún se pueden visitar los primeros casinos que abrieron sus puertas hace más de doscientos años.
¿Cuál es el origen de los casinos?
De la existencia de los juegos de azar tenemos constancia ya en tiempos de los griegos y de los romanos, aunque no fue hasta mucho después que se destinaría un espacio concreto en el que se pudiera jugar. El primer casino de la historia surgió en Venecia, en el año 1638, lugar en el que se reunían las clases sociales más altas para pasar el rato y jugar a diversos juegos. Se caracterizaban por ser locales selectos y lujosos, con trabajadores que hacían las veces de crupier.
Durante los dos siglos siguientes se construyeron diversos establecimientos del mismo tipo por toda Europa, que adoptaron el nombre de “casinos”: término que en italiano significa “casa pequeña”, ya que a menudo estos clubs se situaban en las casas de campo de los aristócratas. Los casinos de los siglos XVIII y XIX ya se parecían a los que conocemos actualmente, y tanto en ellos como en el casino online podemos seguir disfrutando de juegos que ya existían entonces y que aún son populares, como la ruleta o el blackjack.
¿Cuáles son los primeros casinos que aparecen en España?
No es hasta el siglo XIX que surgen los primeros casinos en España, aunque lo hacen más o menos al mismo tiempo que otros países europeos, como Francia o Inglaterra. En nuestro país también se constituyen como clubes a los que solo podían acceder algunos selectos personajes de la época que pertenecían a las altas esferas de la sociedad. Los edificios que se constituyen como casinos eran, en principio, sede de diferentes eventos, como bailes o debates. Y, claro, en ellos también se realizaban partidas de los juegos que por aquel entonces contemplaba la ley: ajedrez, billar, dominó o naipes.
El casino de Castellón fue el primer casino en abrir sus puertas en España, y lo hizo en el año 1814. Su fundación se debe a Francisco Giner y Feliu, Barón de Benicassim, y estaba destinado a promover debates culturales y eventos sociales. Su éxito llevó a que se estableciera su sede en el Palacio de Francisco Tirado, que en 1923 sería remodelado para convertirse en el edificio que hoy se conoce como Casino Antiguo de Castellón.
En 1836 se fundó el casino de Madrid, idea fraguada en el célebre Café de Sólito, frecuentado por intelectuales de la época. En su origen, este casino también tuvo carácter de asociación cultural y de debate. El número de socios fue aumentando en los años posteriores, y con ello el emplazamiento de su sede. En 1903 se decidió construir una sede propia que actualmente se encuentra en la calle de Alcalá.
El tercer casino fundado en España fue, en 1847, el casino de Murcia. Situado a pocos metros de la catedral, en la calle Trapería, bien merece una visita por su notable arquitectura, que lo convierte en toda una belleza. Desde su fachada, con aires modernistas, hasta el Patio Árabe de estilo neonazarí o el Patio Pompeyano, de estilo neoclásico.