Más delito que sumar al emérito por no tributar: Las plusvalías. En este caso de la cuenta que la Fundación Lucum abrió en el banco Mirabaud y de la que se benefició Juan Carlos I durante cuatro años, podrían ser un nuevo quebradero de cabeza con Hacienda para el rey emérito. Sólo en los años 2009 y 2012 ingresó por esta vía 6,5 millones de euros que no tributaron al fisco español y que se añaden a los 39 millones que debió pagar por las donaciones de Arabia Saudí y Bahrein.
Don Juan Carlos recibió 64,8 millones de euros en agosto de 2008 gracias a la donación saudí del rey Abdalá. A finales de 2009 había acumulado intereses a su favor por valor de 5,1 millones, según indica VozPopuli, lo que equivalía al 7,71% de la fortuna existente en aquel momento.
Con esas ganancias no se notaron las retiradas en efectivo que los gestores de la cuenta, Arturo Fasana y Dante Canonica, hacían periódicamente para el monarca. Así, cuando Fasana le entregó los balances de la cuenta a finales de ese 2009, el depósito contaba con 69,7 millones de euros.
Esos casi 6,5 millones de euros de plusvalías en 2009 y 2012 debían haberse notificado al fisco español. De haber regularizado dicha cantidad en aquel momento, el Emérito habría abonado a las arcas de la Hacienda española un total de 2,7 millones de euros (2,19 millones en 2009 y 510.000 euros en 2012, respectivamente).