Primero porque Díaz Ayuso ha dado bandazos más que cuestionables en cuanto a la gestión de la pandemia de COVID-19 se refiere, y segundo porque ha optado, una vez más, por la gestión privada a la hora de invertir el dinero público de todos los madrileños.
Por si no fuera poco lo que ya hemos vivido, que ha venido a demostrar que los recortes en lo público cuestan vidas, la presidenta de la Comunidad de Madrid, no parece haber tomado nota (o sí) y ha esperado más de lo debido para comenzar a realizar rastreos de los casos positivos en Madrid. Tenía cuatrocientos rastreadores, una cifra muy insuficiente para poder gestionar los contagios en una población como la madrileña. Los expertos recomiendan tener, para Madrid, entre 1.000 y 1.200 rastreadores.
Primero intentó que esta labor la llevasen a cabo voluntarios, sin cobrar un sólo euro, contraviniendo la propia legislación de su Comunidad autonóma, pues establece en la regulación específica sobre el voluntariado que estas labores no pueden jamás sustituir el trabajo de los funcionarios públicos.
Ahora, decide privatizar el servicio asignándole a dedo la gestión del rastreo a la clínica Quirón, de la que no viene mal recordar cómo ha sido paradigma de la privatización de la sanidad pública madrileña. En aquel momento, la empresa era objeto de interés porque Esperanza Aguirre se ingresó en la Fundación Jimenez Díaz (del grupo Quirón) junto a su marido. Ahora, la empresa recibirá 194.223 euros por prestar servicio durante tres meses para la contratación de 22 rastreadores.
Por si todo esto no fuera suficiente como para estar alarmados, hemos conocido que la propia empresa Quirón ya estaba buscando precisamente estos perfiles a través de una oferta de empleo publicada antes, incluso, de que le asignaran el contrato. La oferta de la empresa puede verse aquí.
Pero, como decíamos el escándalo aumenta por todas partes. Porque también hemos conocido hoy que el hermano del Consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, casualmente trabaja en Quirón Salud: Carlos Ruiz Escudero es jefe de servicio de otorrinolaringología en dos hospitales del grupo. Una relación que ha llamado mucho la atención, sobre todo en estos momentos.