En la reunión ejecutiva de la Organización de Naciones sin Estado y Colonias, tras analizar la problemática del Sáhara occidental y del pueblo saharaui, se ha acordado llamar a todas las partes al diálogo para intentar la reunificación, en tono a una mesa de diálogo franco para la búsqueda de una solución definitiva.
Tras 40 años de guerras inútiles que sólo han logrado dividir a los saharauis, desplazamientos forzosos, pobreza y falta de futuro, ha llegado el momento de buscar una solución definitiva a tantos años de sufrimiento. Mantener a un pueblo dividido, parte en el territorio del Sáhara, parte en los insufribles e inhumanos campamentos de Argelia, y otra parte esparcidos por medio mundo, sin pasaportes propios, sin capacidad de planificación alguna de futuro y, por tanto, con grave riesgo de perder su propia identidad cultural, es una realidad que ya se ha demostrado de forma clara como inviable. Por el camino del conflicto y la separación no existen hoy vías de futuro alguno.
Desde la OSNC, llamamos a la reunificación del pueblo saharaui. Por ello es preciso abrir un proceso claro de reflexión sobre la realidad actual de la situación socio cultural y económica, si se quiere tener toda la objetividad posible en el análisis de la situación y la búsqueda de soluciones.
Cuanto conduzca a este fin constituye una iniciativa humana y con futuro. Por eso valoramos la disposición manifestada por el reino de Marruecos que ofrece una amplia autonomía, para llegar a un acuerdo que pueda suponer una solución de paz satisfactoria para todos, dónde nadie pueda quedar relegado ni minusvalorado, dónde los emigrados, expulsados o exiliados puedan volver en su totalidad, sin más restricción, que la propia voluntad de cada persona y se asegure el mantenimiento de la cultura, la economía y el progreso del pueblo saharaui.
