Tras anunciar en una publicación que era hija del rey Juan Carlos I, Ingrid Sartiau, se dio a conocer en 2013. A principios de 2015, el Tribunal Supremo admitió la demanda de paternidad que Ingrid había interpuesto, pero tuvo poco recorrido, ya que apenas dos meses después, en marzo de 2015, el Pleno de la Sala de lo Civil la rechazó.
Cinco años más tarde, la supuesta hija del Emérito está dispuesta a continuar con su batalla legal al recabar más pruebas. «Un día mi madre no podría soportar tanto silencio y me confesó que el rey de España Juan Carlos I era mi papá», cuenta Ingrid Sartiau a El Cierre Digital confesando que conocer la noticia le provocó «una depresión como consecuencia de no poder tener contacto con mi supuesta familia española».
Sartiau cuenta que su madre «trabajaba de institutriz de una de las familia nobles de Bélgica en 1965, la familia de Merode. Tal y como me contó un miembro de su familia, ellos se conocieron en el Castillo de Westerlo, en una de las recepciones en las que la familia invitó al rey Juan Carlos. Mi madre estaba trabajando allí y entre ellos surgió esa relación», relata.
No tenía como objetivo contarlo pero me crucé por el camino con Albert Solá, el otro presunto hijo de Juan Carlos. Él se puso en contacto con la Prensa y descubrí que entre él y yo teníamos varias similitudes y decidí contarlo. El profesor Cassiman, experto en genética, nos hizo un test de ADN de Albert y nos comunicaron que éramos hermanos.
Seis meses después, repitieron la prueba y el profesor nos dijo que no éramos hermanos. Lo sorprendente es que en esta ocasión no lo hizo público. Le he pedido consejo a mi abogado para analizar la situación e iniciar un nuevo trámite.
Esta otra supuesta hija del monarca borbón, asegura que su exmarido tuvo contacto con Olghina de Robiland, la primera novia del emérito, y con María José de la Ruelle, otra supuesta hija de Juan Carlos. Una lista interminable, que deja en un aficionado hasta al mismísimo, Julio Iglesias…