El Gobierno y las comunidades autónomas llegaron esta semana a un acuerdo a través del cual los colegios permanecerán abiertos hasta que se produzca una transmisión descontrolada de COVID-19.
En un principio, antes de esta reunión, lo que se había establecido era que los centros tendrían que cerrar si se producían dos contagios en grupos diferentes. Sin embargo, se ha rebajado el listón de exigencias sanitarias para mantener los centros abiertos todo el tiempo posible.
Se acordó considerar brote cuando se produzcan tres contagios o más en un colegio, cuestión en la que País Vasco se abstuvo de votar. El cierre de las instalaciones solamente se verá afectado cuando haya una transmisión «no controlada».
Las medidas adoptadas ayer no han tranquilizado en absoluto ni a docentes ni a madres y padres, que en diferentes territorios se han mostrado preocupados. Por su parte, la ministra de Educación, hizo hincapié en la obligatoriedad de escolarizar a los alumnos de 6 a 16 años.