Siguiendo con los artículos sobre el dinero del Rey Juan Carlos I y donde lo gastó y gasta, en el último indicamos que su pasión no eran los barcos, sino los coches, las armas y las joyas. De esto último tuvo serios problemas, pues en 1979 se le acusó de robar la colección de obras de arte del Ducado de Hernani y vender ilegalmente sus mejores piezas por miles de millones de pesetas.
La familia de los Méndez de Vigo, herederos carnales, reclamaron la sucesión del ducado de Hernani como parientes más propincuos del concesionario bajo una doble hipótesis: que el testamento había sido falsificado por Sabino Fernández Campo (jefe de la Casa Real) y que el rey Juan Carlos había urdido una operación para quedarse con la colección de arte del fallecido duque.
Le acusaron también de sacar de España las mejores piezas del muestrario para venderlas ilegalmente en el extranjero. El hecho, el demandado Borbón ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, se saldó con una gran polémica alrededor del acusador, Luis Méndez de Vigo, que acabó condenado en 2002 por injurias al rey. Varias de las obras de arte continúan en paradero desconocido.
Para guardarlas mandó construir su propio pabellón de caza en la Zarzuela, donde también se encuentran algunos de sus ‘trofeos’ de mayor envergadura como jirafas, rinocerontes o elefantes. El complejo, de dos plantas y casi 2.000 metros cuadrados en total, costó 3,4 millones de euros que derivó a Patrimonio Nacional, esto es, al erario público, que pagamos todos los contribuyentes- A día de hoy, la operación sigue sin aparecer en el Portal de Transparencia…
Regalo de Joyas
Pero las joyas siguen siendo una de sus fascinaciones. Los jefes de Estado árabes lo saben y actúan en consecuencia. A pesar de que son regalos otorgados por maniobras que no salen a la luz. Uno de esos últimos regalos que pudieron exceder los límites, fueron las joyas que regaló el príncipe heredero Bin Salman a todos los miembros de la familia en su visita a España en 2018.
El príncipe árabe –salpicado por el asesinato del periodista crítico Khashoggi siete meses después de su visita a España y ahora bajo sospecha en el hackeo del teléfono de Jeff Bezos– llegó a la base aérea de Torrejón de Ardoz el 11 de abril, en el viaje en el que se firmó un acuerdo para que la empresa Navantia construyera cinco corbetas para el país gobernado por su monarquía absoluta.
Lo recibió Felipe VI, que también ofreció en su honor un banquete en el Palacio Real. Fue en esta visita cuando Bin Salman hizo el regalo seguramente más valioso de los 1.573 publicados por la Casa Real de 2015 a 2018. Al rey le regaló «gemelos, reloj, anillo, pluma estilográfica y rosario musulmán».
A Juan Carlos I, a quien saludó en los premios de Fórmula 1 ya tras el asesinato del periodista como mostró una polémica foto, le regaló lo mismo, a excepción del rosario. A la reina Letizia un «conjunto de collar, pulsera, pendientes y anillo», y otro juego a la reina Sofía. También pensó en las niñas princesas, a las que obsequió con sendos «conjuntos de collar, reloj, pendientes, pulsera y anillo». Suma y sigue…