La segunda ola de coronavirus está afectando a cada país de manera distinta. Algunos países están siendo afectados más seriamente por esta segunda ola que por la primera, tal es el caso de Israel que se encuentra en una situación grave debido al repunte de casos que ha habido desde el verano. Ahora el gobierno ha decretado un segundo confinamiento a partir del 18 de septiembre.
Israel se ha convertido en el primer país con una economía desarrollada que vuelve a imponer el confinamiento para frenar una segunda ola de la pandemia del coronavirus. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, anunció el domingo por la noche un nuevo confinamiento nacional de tres semanas, convirtiéndose así en la primera economía desarrollada en reimponer tal medida para frenar una segunda ola de contagios de coronavirus.
Las autoridades impusieron la semana pasada un toque de queda a unas 40 ciudades del país, en particular en las ciudades árabes y judías ultraortodoxas, con la esperanza de frenar la propagación del virus, lo que no impidió el aumento del número de casos.
En vísperas de las fiestas judías, el país ha vivido en los últimos días un debate entre partidarios de un confinamiento parcial o general. “Hoy el gobierno decidió aplicar el confinamiento estricto de tres semanas con la opción de extender la medida”, declaró Netanyahu.
El gobierno de Israel ha decretado un segundo confinamiento general a partir del próximo día 18 de septiembre. Las medidas que se impondrán son por ejemplo el no poder salir de las viviendas más allá de 500 metros, las reuniones al aire libre se limitan también a 20 personas y a 6 en espacios cerrados. Como se puede ver no es un confinamiento total como por ejemplo lo hubo en China, o cuasi total en Italia y España.
La tasa de infección en Israel ha vuelto a subir con 153 mil 217 casos de COVID-19, incluyendo mil 103 muertes, para una población de 9 millones de habitantes. Habrá que ver cómo evoluciona la pandemia. Oxford anuncia que las pruebas para la vacuna han vuelto a reanudarse después de un parón de solamente cuatro días. Es decir, todo sigue en marcha a pesar de las voces alarmistas.