La Familia Real de los Borbones daría para una serie de mafiosos, o déspotas, en los que las rencillas y el ansia de poder puede con todo. Eso es lo que revela de alguna manera la ex amante durante muchos años del rey Juan Carlos I, la danesa-alemana Corinna Larsen, cuando asegura que el monarca emérito fue víctima de un “golpe” de Estado interno para hacerlo abdicar, urdido por su propia familia -con la reina Sofía a la cabeza- y por el expresidente Mariano Rajoy.
Las explosivas declaraciones aparecen en el último número de la revista francesa ‘Paris Match’, que dedica al asunto ocho páginas y publica una foto inédita de la relación sentimental que mantuvo la pareja. Según Corinna, los problemas de salud de don Juan Carlos y la aireada relación con ella que salió a la luz después del polémico safari en Botswana fueron las excusas perfectas para que el complot se materializara.
Según la amante del rey emérito, este le confesó: “Tengo dos frentes contra mí. El primero está constituido por mi mujer y sus lugartenientes: ella tiene prisa en poner a su hijo en el trono porque tiene mucha más influencia sobre él que sobre mí. El segundo está encarnado por Mariano Rajoy, que tiene como objetivo castrarme y debilitar la monarquía”.
La ex amante del rey emérito vuelve luego a su tesis cuando recalca que “la familia fomentaba un golpe de Estado y necesitaban a una extranjera para servirles como chivo expiatorio”. La entrevista con Paris Match se realizó en el lujoso hotel Claridge, en Londres. Corinna zu Sayn-Wittgenstein (el semanario escribe siempre así su nombre) puso a disposición de la revista francesa una foto de sus álbumes privados.
En ella se ve a don Juan Carlos, en un atuendo muy informal -en pantalón corto o bañador, camisa de a cuadros de manga corta y gorra girada hacia atrás- preparando una barbacoa en la finca de La Angorrilla, cerca de Madrid. Junto a él aparece un niño, Casimir, hijo de Corinna.
Esta recuerda que, según le dijo el rey emérito, su boda con la reina Sofía fue “arreglada” por Franco, pues su novia de entonces era considerada demasiado liberal. La relación con Sofía se estropeó a los pocos años. Juan Carlos le confió que llevaban vidas separadas desde hacía más de treinta años, sin compartir nunca dormitorio, pero que había un acuerdo entre ambos para representar juntos la corona. Desde La Vanguardia amplian la información.
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