Los clientes pueden ver reducida su capacidad para elegir con qué entidad contratar sus servicios, al haber menos oferta en el mercado, según señala la organización. Además, la fusión puede traducirse en una pérdida del poder de negociación de los usuarios, además del cierre de oficinas y el recorte de empleos que va a suponer.
«La concentración bancaria termina perjudicando a los consumidores, que al final asumen el aumento de comisiones por los servicios bancarios de las entidades y ven deteriorada la atención con el previsible cierre de oficinas», señalan a través de un comunicado desde la organización.
Esta semana se denunciaba la modificación de las condiciones del mantenimiento de las cuentas corrientes de Caixabank, llegando a suponer un aumento de 240 euros por mantenimiento de cuenta para aquellos clientes que no tengan contratados servicios con la entidad (domiciliación, seguros, hipotecas…). Se supone, según señalan desde FACUA, que al producirse la absorción, los clientes que hasta ahora eran de Bankia, tendrán que acatar también estas nuevas condiciones que ya se han establecido para los de Caixabank.
Desde la asociación de consumidores denuncian también que la compra de Bankia por parte de Caixabank «supone de facto la privatización de Bankia, que actualmente cuenta con un 61,8% de participación del Estado. Con la absorción, la participación pública en la nueva entidad ascendería sólo al 15%», señalan.
Desde FACUA lamentan que el Gobierno no haya apostado firmemente por una banca pública, reivindicación que desde la organización vienen haciendo desde su creación.
—
