Así funciona la justicia/política #MarcaEspaña. El juez Julián Pérez-Templado que fue fotografiado de cañas con altos cargos del PP en 2017 y que hizo que fuera recusado de las diligencias del caso Auditorio en el que estaba imputado el expresidente de Murcia, debería haber sido fulminado como juez, pero la judicatura española está así de manipulada, y él siguió a pesar de todo.
Ahora Pedro Antonio Sánchez abandona el sistema judicial pero no la política. A las pocas semanas de colgar la toga, el ya ex magistrado asume el cargo de presidente del Consejo de Transparencia de la Región de Murcia. Algo que supera la desvergüenza institucional, conociendo su vinculación política.
La imparcialidad de Templado fue puesta en duda en dos ocasiones: una por guardar en un cajón una imputación al expresidente murciano Pedro Antonio Sánchez, y otra por irse de cañas con altos cargos del PP mientras encabezaba, una vez más, una causa abierta contra el exjefe del Ejecutivo.
Ambas recusaciones cayeron en saco roto. Además, tuvo que apartarse de las investigaciones en torno a la trama Púnica –liderada por Francisco Granados- al revelarse en una fotografía su relación cercana con uno de los imputados. Un escándalo que no dio mucho de sí, por el poder del PP en aquel momento.
Fuentes del Partido Popular murciano aseguran ahora que Pérez-Templado cuenta con un currículo y una trayectoria profesional «intachable» y lamentan que el PSOE «se desmarcara en el último momento del acuerdo que había cerrado con PP y Ciudadanos para apoyarlo también». La infamia puesta al servicio de los políticos españoles.