El Rey emérito de España tiene bula para delinquir, el President de Catalunya ni para la libertad de expresión. Las principales organizaciones independentistas han reaccionado a la inhabilitación del presidente de la Generalitat, Quim Torra, con el anuncio de movilizaciones en las calles. El Estado español, como siempre suele hacer, mide a su contrincante.
Durante años hemos sido testigos como en los diferentes municipios a lo largo de Euskadi se leian en cada periodo electoral proclamas con pancartas a favor de los presos de ETA, y nadie ha sido capaz de denunciarlo, como con Catalunya, hasta ahora.
Tanto la ANC como Òmnium Cultural y los CDR han convocado a los catalanes ha manifestarse este mismo lunes contra la decisión del Tribunal Supremo por la negativa de Torra a retirar pancartas y lazos amarillos. La inhabilitción va más allá de una resolución judicial. Es otra maniobra política encubierta del Estado que debería ser contestada en la calle firmemente. Sin lugar a dudas.
Mientras que las movilizaciones convocadas por ANC y Òmnium consistirán en protestas frente a los ayuntamientos catalanes, los CDR han llamado a la población a marchar desde los Jardines de Gracia (en Barcelona) a las 19.30 de la tarde.