Un consistorio más que se suma al sentido común. El pleno del Ayuntamiento de Tarragona ha aprobado por amplia mayoría retirar la medalla de la ciudad concedida en 1996 al entonces rey Juan Carlos I. La medida planteada por el gobierno de ERC y En Comú Podem ha recibido el aval del PSC, Junts per Tarragona y la CUP, mientras que el grupo municipal de Ciudadanos se ha abstenido y el PP se ha opuesto.
El acuerdo indica que los motivos que llevaron al pleno a conceder este reconocimiento han desaparecido a raíz de la fuga y los diversos escándalos de supuesta corrupción que afectan al rey emérito. El alcalde, Pau Ricomà, ha destacado que el pleno ha hecho «un acto de dignidad» y se ha felicitado de que «la decencia y la dignidad de la ciudad hayan quedado por encima de las opiniones políticas de cada uno».
En mayo de 1996, el pleno recogía que «Juan Carlos I, desde el principio de su mandato, señaló la superación de los antagonismos del primer tercio de siglo, quería ser el rey de todos los españoles y presentar la monarquía como una institución al servicio del pueblo. El rey simboliza el Estado pero no es únicamente representativo, sino dinámico y operativo, siendo una institución básica del mismo».
Ahora, la propuesta del gobierno avalada por el plenario justifica que han trascendido actos del rey emérito «que sólo pueden considerarse de presunta corrupción», que «mucho más allá de su vida privada, afectan la vida de las instituciones públicas, la credibilidad y la confianza que hay que tenerlos en él», con lo cual han desaparecido los motivos que dieron pie a la concesión de la medalla.