Dice el refranero español: «Si quieres conocer a Juanillo, dale un carguillo». Vaya Reyes Borbones que tienen los adoradores monárquicos en España. Solo hay que ponerles a prueba para ver como son de verdad. La terminología acuñada por la propia historia, la que los reyes de España ‘borboneaban‘ en el ejercicio de la jefatura del Estado, se confirma de pleno con Felipe VI. Aunque a pocas horas del Dia Nacional de España del 12 de Octubre hacerle una ‘Biopsia’ a su Jefe del Estado, sabe a poco.
‘Borbonear’ como actividad monárquica viene de antiguo, aunque su uso se generalizó con el reinado de un pícaro llamado Alfonso XIII y la concentración de todo el poder en sus manos. Sus herederos, el fracasado rey Juan III, y el ahora emérito Juan Carlos I, se vieron en numerosas ocasiones acusados de llevar el ‘borboneo’ en sus genes. Que vendría a ser como gente que padece ciclotimia. Unas veces alegría descontrolada y otras, personalidad poco fiable por ese bipolarismo que puede llegar a ser cruel.
La amarga experiencia del ‘borboneo’ hizo que los redactores de la Constitución de 1978 tomaran algunas precauciones importantes para preservar la democracia de posibles actitudes indeseables por parte del rey. La más importante es la de que el rey sólo puede tomar decisiones de carácter político cuando estén refrendadas por el presidente del gobierno, los ministros implicados, o la presidencia del Congreso de los diputados.
Es evidente que esta precaución elimina muchas incertidumbres y protege del posible ‘borboneo’. Pero sigue habiendo una anomalía descomunal en la declaración del rey como persona inviolable y no sujeta a responsabilidad. La declaración de que todos los españoles son iguales ante la ley y esta prerrogativa chocan de manera escandalosa.
Por consiguiente, tener una cara amable delante de las ‘cámaras’ o eventos oficiales, y otra cuando no es así, es lo más práctico para el actual monarca. Y aquí es donde viene la cuestión. Si lo poco campechano genéticamente de Felipe en comparación a su padre, es más de Grecia que Borbon. Es seco y poco dado a la mano izquierda. Encima le empeora para reinar en el siglo XXI, donde la imágen y los gestos no escapa a nadie.
Dicen que es estudioso y ‘preparado’ e incluso meticuloso, pero altivo en su manera de ser, aburrido de condición, y de trato seco. Tiene el carácter de su madre, la Reina Sofía. Y, como ella misma ha reconocido, muy similar también al de su abuelo, el rey Pablo de Grecia, quien disfrutó sin embargo -en clara compensación- de la acusada extroversión que definió la personalidad de su esposa, la reina Federica.
En estos momentos el complot de Estado, Gobierno-Felipe VI, es una mera farsa para que el resto de instituciones (judicial, militar, etc) sigan campando a sus anchas. La política española centralista no quiere entrar a valorar ninguna actuación de la Casa del Rey. Es el pacto del régimen del 78. Se dejó atado y bien atado para que Juan Carlos I pudiera cometer delitos de corrupción y Felipe VI le siguiera con otros parámetros, pero igual despotismo, sin que pasara nada.
Catalunya intenta ver desde la distancia su reinado, y tiene como directriz girarse solo hacia él cuando se le relaciona con su territorio. Todo son malas experiencias si se le hace más caso. El intento de blanqueo del monarca en su comunicado del tres de octubre de hace tres años, en la brutal represión policial dos días antes, no hace más que corroborar una de esas caras. La despiadada.
Todo esto viene a dilación, por la noticia sobre la terrible bronca que echó el Borbón Felipe, a un periodista sobre información sensacionalista, un colaborador del televisivo Sálvame, Antonio Montero. Este programa, aprovechado las últimas confesiones de la amante del Rey emérito Juan Carlos I, aprovechó para sacar a la luz una anécdota relacionada con este colaborador: El periodista fue reprendido duramente por el actual Felipe VI por seguir a la Reina Sofía como parte de su trabajo.
Antonio Montero acudió a Londres hace unos días para seguir la pista de la monarca emérita: «me fui allí una semana y cuando piensas que es una señora que se dedica a no sé… Está todo el día comprando. Desde que abrían el centro comercial hasta que cerraban estaba allí, e incluso comía con su hermana. El chófer de la embajada le llevaba las bolsa.» Explicaba con cierto nerviosismo por TV.
Lo más inesperado ocurrió poco tiempo después, ya que el Rey Felipe VI coincidió una vez con el colaborador y aprovechó para criticarle su forma de actuar: «me regañó, pero así, abiertamente, cara a cara. Me dijo que dejara a su familia en paz, que cómo estaba haciendo eso, que qué tenía contra ellos (…). Me quedé alucinado porque a mí nunca el Rey me había dicho nada, estaba enfadadisimo»…
Una historia que demuestra que el actual monarca Felipe VI, no es partícipe de que los medios de comunicación opinen sobre temas que no dejan bien a la Casa Real. Pero llegan tarde, ya no engañan a nadie. Poner cara de ‘neutralidad’ por un lado y hacer lo contrario cuando le interese ya no cuela en Felipe VI. La biopsia, que no una disección, pues hay algo malo, ya hace tiempo que se extrajo. Solo queda extirpar lo que corresponde. Sino, que le pregunten a Catalunya…