El mayor ensayo que ha estudiado todos los tratamientos aplicados desde que comenzó la sindemia de COVID19 se llama Solidarity, ha sido desarrollado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y ha sido publicado hoy.
Los resultados, que aún son provisionales, no son alentadores: ninguno de los tratamientos aplicados hasta ahora para combatir al COVID19 tienen efectos reseñables. Ni el rendesivir, ni la hidroxicloroquina, ni el lopinavir/ritonavir o interferón han sido soluciones eficaces para frenar la mortalidad ni para mejorar la evolución de manera evidente en los pacientes.
Han sido más de 30 países los que se han analizado en Solidarity: los procedimientos llevados a cabo, los tratamientos, la evolución de los pacientes se han estudiado para intentar encontrar respuestas. Pero por el momento, ninguna ha dado con claves que permitan encontrar un tratamiento que sea eficaz.
Los resultados del ensayo, una vez que sean confirmados, se publicarán en una de las revistas médicas, tal y como se establece en los protocolos. Pero de momento, si quiere consultar el contenido del documento, puede leerlo pulsando aquí.
Hidroxicloroquina y lopinavir/ritonavir suspendidos desde junio
Tanto la hidroxicloroquina como el lopinavir/ritonavir fueron suspendidos desde el pasado mes de junio después de que se confirmara que no tenían eficacia en los pacientes.
En estos momentos se están estudiando otros medicamentos que podrían comenzar a aplicarse: antivirales, inmunomoduladores y anticuerpos monoclonales (que acaba de utilizar Trump) para paliar los efectos del COVID19.
Solidarity: enorme y flexible
El estudio Solidarity ha sido diseñado para ser lo más simple posible, de cara a poder ser fácilmente adaptado para todos los hospitales. Según los expertos, esto puede implicar dificultades a la hora de interpretar la información que del estudio se desprende, pero se confía en que los grandes números sirvan para salir de dudas en temas de relevancia. «El hecho de que se incluya un número muy elevado de pacientes ayudará», señalan los expertos.
Se trata de un diseño dinámico y flexible, que mantendrá actualizados los datos para ir contrastando y analizando los distintos casos.
Paralelamente se ha puesto en marcha también un ensayo a escala europea que se llama Discovery, dirigido desde el INSERM francés. En él se incluirán datos de 3.200 pacientes -incluída España- para analizar de manera más pormenorizada los tratamientos aplicados y sus respuestas.